Tras ser sometidos a un trasplante de células madre, cinco pacientes con VIH tienen el virus indetectable en el tejido sanguíneo. El doctor José Luis Díez, jefe del Servicio de Hematología del hospital universitario Gregorio Marañón de Madrid y uno de los líderes de la investigación describió lo observado en estos pacientes.
El estudio, publicado en Annals of Internal Medicine y liderado por científicos del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa de Barcelona y del hospital Gregorio Marañón, realiza un seguimiento a seis pacientes “en el contexto de un consorcio internacional” que agrupa a investigadores muy diversos, entre los que se encuentran médicos, hematólogos, infectólogos y biólogos.
El doctor Díez explica que desde hace veinte años han llevado a cabo un proyecto de trasplantes para tratar casos de cáncer. “Conseguíamos curar el cáncer, pero no el VIH”, relata.
Los trasplantes siempre eran alogénicos (de un donante distinto al receptor) y empezaron así a observar unos hallazgos iniciales que apuntaban a una reducción del virus,, por lo que se plantearon la manera de “revalidar esos hallazgos”.
Si se confirma que esta técnica consigue erradicar el virus del organismo de los pacientes, estaríamos ante un avance médico de dimensiones colosales.
Para el doctor, esto supondría un gran argumento en favor del “uso de la inmunoterapia”. Un futuro desarrollo de esta técnica que “apuntase directamente a los linfocitos” se podría usar con enfermos de VIH ya sin necesidad de someterles a un trasplante, “que conlleva unos riesgos”, siempre y cuando no lo necesitaran para el tratamiento de un cáncer, como en el caso de los pacientes estudiados.
Una de las claves que proporciona el hematólogo es la procedencia de las células madre. De los seis pacientes estudiados, solo cinco han llegado a tener el virus indetectable, aunque las tasas del sexto, que aún lo tiene presente, se han reducido considerablemente.
Por el momento, aún es pronto para confirmar si estos cinco pacientes son los siguientes, tras Timothy Brown, en superar esta enfermedad, pero los primeros pasos conseguidos con este nuevo método son esperanzadores.