Por Jazmín Zetina
Cuerámaro, Guanajuato.- El panteón municipal de Cuerámaro alberga miles de tumbas y algunas de ellas están muy deterioradas por el paso de los años. Lamentablemente hay sepulcros que están por cumplir cien años o más dentro de este lugar y al parecer ya no hay quién las cuide.
Dentro de este “recinto del descanso eterno” hay nichos con mayor cuidado que otros, derivado al paso de los años. Tal es el caso de lapidas donde ni siquiera es legible el nombre de quienes yacen descansando, dejando ver incluso dentro de ellas las osamentas.
Por otro lado, se observa como incluso hay tumbas que se encuentran debajo de escombros de hierba seca y montones de tierra que son casi imperceptibles a simple vista y es común que la gente que visita a sus difuntos caminen por encima de ellas.
Cabe destacar que aún existen algunas cueramarenses que sin conocer a quien descansa en las lápidas “desgastadas” tienen el tiempo de rendirle una oración, un rezo o de dejarle algo simbólico para que no se sientan olvidados, según los encargados de cuidar el panteón.