Guanajuato, Guanajuato.- La Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (SECIHTI), nació con un recorte del 3.8 por ciento de presupuesto, en comparación con los recursos que tuvo el año pasado el CONAHCYT, organismo que la antecedió.
Lo anterior se debe a la política de austeridad del gobierno de Claudia Sheinbaum. En el caso de los centros públicos de investigación, en promedio recibieron 11 por ciento menos, lo que ha implicado despidos, interrupción o reducción de pagos, así como la falta de mantenimiento al equipo e instalaciones. Datos de la Red ProcienciaMx señalan que en 2025 tuvo un 12.1 por ciento menos recursos respecto a 2024.
En el caso de Guanajuato, el Centro de Investigaciones en Matemáticas tuvo en 2022 un presupuesto de 223 millones de pesos, prácticamente el mismo recurso de 2021. Desde entonces no ha hecho público su presupuesto, pera ha despedido personal y recortado programas.
Otro organismo de investigación ubicado en el estado de Guanajuato es el Centro de Investigaciones en Óptica, que se encuentra en León y estrechamente vinculado con el Departamento de Física de la Universidad de Guanajuato. A este centro le recortaron en 2025 el 13.4 por ciento.
Lo anterior fue difundido por la Red ProcienciaMx, integrada por investigadores nacionales. El documento del organismo señala que para 2025 no se contempló una reducción de plazas en los 24 centros públicos de investigación dependientes de la SECIHTI, pero en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) se recortaron 849 millones 279 mil 816 pesos -con respecto al 2024-, de los cuales 841 millones 79 mil 633 pesos se quitaron para el pago de remuneraciones y otras prestaciones laborales.
Para la red, esta reducción resulta alarmante, dado que en el último sexenio los centros de investigación ya habían tenido recortes “que en algunos casos los dejaron sin recursos para pagar luz e internet, o sea, estaban con una economía sostenida por alfileres, pero con este recorte se agrava mucho más la situación de los trabajadores, porque está concentrado mayormente en salarios y remuneraciones“.
Brenda Valderrama, integrante de la Red ProcienciaMx, explicó que “cada uno de los centros públicos de investigación empezó a tomar decisiones sobre qué recortar: en algunos casos fueron los recursos para honorarios, otros para eventuales y en algunos casos se redujeron los estímulos, lo que repercute en la operatividad de prácticamente todos ellos”.
Las instituciones que tuvieron un mayor recorte en el presupuesto –en comparación con lo recibido en 2024– son el Centro de Investigaciones en Óptica (ubicado en León), del 13.4%; seguido del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, con 13.4 por ciento menos; el Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Electroquímica, al que se redujo 12.3 por ciento; el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), al que se le quitó 12.2 por ciento, así como el Centro de Investigación en Matemáticas y el Centro de Investigación Científica de Yucatán, a los que disminuyeron 12.1 por ciento.
Por lo anterior, la situación de los centros de investigación en México, especialmente los públicos, es crítica debido a recortes presupuestarios y falta de liquidez, lo que ha afectado sus operaciones y la estabilidad laboral de sus investigadores. Estos recortes, que se traducen en falta de recursos para nómina, prestaciones, estímulos y renovación de contratos, contrastan con la importancia de la investigación para el desarrollo del país y la competitividad.
El caso Instituto Mora
El Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, uno de los organismos que proporciona investigadores, conferencias y material de estudio a estudiantes, docentes e investigadores de Historia de la Universidad de Guanajuato, vive la incertidumbre ante el anuncio del recorte de recursos para los salarios. Trabajadores del plantel denunciaron que “el pago de nómina no está garantizado después de septiembre”, lo que describen como “un escenario sin precedentes”.
El Colegio de investigadores del Instituto explica hizo público un documento que indica que el pasado 9 de julio se enteraron que “el pago de nómina del personal de estructura del Instituto continúa sin estar garantizado después de septiembre próximo”. Añaden que también “faltan recursos para cubrir gastos de mantenimiento indispensable, como la planta de luz y el cableado de la sede Plaza”.
La incertidumbre comenzó desde noviembre de 2024, cuando los trabajadores recibieron un mensaje en su correo institucional donde se les informó que de “‘la totalidad de los presupuestos de los Centros (Públicos)’ sólo ‘había liquidez para 10 meses del 2025’”.
Los investigadores dicen que la situación económica contrasta con el prestigio académico del Instituto, que han notado el deterioro de las instalaciones y los insumos para las actividades académicas.
“Esto se suma a un recorte sustancial en el capítulo 1000 (el cual incluye nómina, prestaciones y estímulos académicos) y complicaciones administrativas para ejercer recursos correspondientes al capítulo 3000, lo cual ha afectado la renovación de contratos de compañeras y compañeros cuyas actividades laborales son sustantivas para el funcionamiento del Instituto (biblioteca, coordinaciones de programas académicos, etc.)”, se lee en la misiva dirigida a Gabriela Sánchez Gutiérrez, directora del Instituto, y con copia para Rosaura Ruiz, titular de la Secretaría de Ciencias, Humanidades, Tecnología e Innovación, y Édgar Amador, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Los trabajadores hacen un llamado para que se respeten sus derechos laborales y se garantice presupuesto para este y el próximo año.
