
Guanajuato, Guanajuato.- La historia oficial vende al desfile conmemorativo de la Revolución Mexicana como una celebración de orgullo, Al menos para la ciudad de Guanajuato no lo fue tanto, pues la lucha armada iniciada en 1910 significó su segunda gran crisis económica. La que fuera una de las 10 ciudades más importantes de la Nueva España y del Porfiriato, se quedó en ruinas tras la gesta insurrecta.
En la ceremonia conmemorativa, el cronista de la ciudad, Eduardo Vidaurri Aréchiga explicó el contexto político y social que derivó en un ambiente de tensión nacional, y que motivó a las y los mexicanos al levantamiento armado al que convocó Francisco I. Madero en el Plan de San Luis. “La Revolución Mexicana se prolongó hasta la década de los 20, cuando el movimiento alcanzó una tregua, seguida por la paz, luego de la firma de la constitución de 1917”.
El historiador no dijo esta vez que un hacendado silaoense, Alfredo Robles Domínguez, fue el eje maderista para iniciar la lucha armada a partir del 20 de noviembre de 1910, pero fue descubierto y encarcelado. Tampoco recordó esta vez que ese lugar fue tomado por el profesor Cándido Navarro, quien empezó la lucha armada hasta febrero de 1911, año en que atacó el poblado de Mineral de la Luz, que en ese tiempo era un importante municipio vecino del de Guanajuato.

No mencionó que Cándido Navarro solía ser recordado como bandido y no como revolucionario en una ciudad que, a diferencia de las del ahora llamado “corredor industrial”, no fue escenario de grandes batallas.
Lo más grave es que la minería dejó de producir y toda la economía de la región se colapsó ya para 1914. Una urbe de 90 habitantes redujo su población a menos de 40 mil y sus casas quedaron en el abandono. La ciudad quedó en ruinas y comenzó a “resucitar” hasta la década de 1940.
Pero esos detalles de la historia pasaron a segundo plano. El caso era celebrar. En el Desfile Cívico y Deportivo por el 115 aniversario de la Revolución Mexicana participaron estudiantes, miembros de clubes deportivos y sociales, así como elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, encabezados por atletas destacados de la capital.
Más de 60 contingentes participaron en este recorrido, que partió en punto de las 9:00 de la mañana del jardín Embajadoras y pasó por calles del centro hasta llegar al jardín El Cantador poco después del mediodía. Grupos de primarias, secundarias, bachilleratos, universidades, scouts, personas de la tercera edad, de ligas deportivas, así como el Centro CAM e instancias como DIF y COMUDEG mostraron animadas rutinas deportivas durante este tradicional desfile.
Como se estila, la presidenta municipal, Samantha Smith, dio su mensaje, con una relatoría histórica sobre el desfile como tradición cívica:
Desde 1930, el gobierno del presidente Pascual Ortiz Rubio incorporó actividades deportivas y en 1936 en la administración de Lázaro Cárdenas se realizó el primer desfile por la Revolución Mexicana como lo conocemos y como se conmemora también en la capital: en el contexto deportivo, con estudiantes, atletas y fuerzas armadas.
Bailes de la época, adelitas y chinas poblanas, charros y rancheros con manta fueron representados en un desfile de fin de puente, que ameritó comer tortas de carnitas en el mercado Hidalgo.
