El Cairo.- 183 islamitas fueron condenados a muerte por haber asesinado al menos a 14 miembros de las fuerzas de seguridad de la comisaría de Kerdasa, cercana a El Cairo, en el 2013.
De acuerdo a Efe, fuentes judiciales informaron que el tribunal egipcio determinó dicha sanción después de recibir el dictamen no vinculante del muftí de la República y máxima autoridad religiosa del país, Shauqi Alam.
En el proceso 188 personas fueron implicadas, de las que dos murieron por causas naturales, una fue condenada a diez años de cárcel y otras dos fueron absueltas.
El mismo tribunal ya recomendó el pasado 2 de diciembre la pena de muerte para estas 188 personas, pero para emitir su fallo definitivo debía esperar a la opinión del mufti, de acuerdo a la ley egipcia.
A todas esas personas se les condenó a muerte porque el 14 de agosto del 2013 asaltaron la comisaría de Kerdasa y mataron a su jefe, a su “número dos” y a otros doce oficiales y miembros de la policía que se encontraban en el lugar.
Según las autoridades, el ataque fue preparado por el antiguo diputado de los Hermanos Musulmanes Abdelsalam Bashandi y dirigido por un radical vinculado a la Yihad Islámica.
Cuando la policía desalojó en agosto de 2013 las acampadas islamistas en las plazas de Rabaa al Adauiya y Al Nahda, en El Cairo, se registraron en venganza varios ataques contra los cuerpos de seguridad en algunas ciudades egipcias.
Ese fue el caso de Kerdasa, considerada un feudo histórico de islamistas egipcios, tanto moderados como yihadistas, y que estuvo tomada durante un mes por grupos de esa tendencia hasta que las fuerzas de seguridad lanzaron una operación para recuperar su control en septiembre de 2013.
Cientos de personas han sido condenadas a pena de muerte en el último año en Egipto en macrojuicios que las organizaciones de derechos humanos han criticado por no respetar los principios de un juicio justo y por la severidad de las penas, entre otros motivos.
Algunos de los casos más polémicos se dieron en la ciudad de Al Minia, al sur de El Cairo, donde en pocos meses fueron sentenciados a la pena capital cientos de islamistas, entre ellos el líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badía.
Sin embargo, por el momento no se ha aplicado ninguna de estas condenas -que pueden ser apeladas- en Egipto, donde las ejecuciones son infrecuentes.
Según los expertos, es probable que la mayoría de estos juicios sean repetidos y las condenas a muertes conmutadas por penas de cárcel, teniendo en cuenta además que muchos de los condenados lo han sido en rebeldía.
Desde el derrocamiento militar del islamista Mohamed Mursi el 3 de julio de 2013, las autoridades han perseguido a los simpatizantes, integrantes y líderes de la cofradía, declarada grupo terrorista.