Irapuato, Guanajuato.- La Dirección de Catastro en Irapuato, cuenta con un organigrama “hecho a la medida” de su director Carlos Alberto Hernández que mantiene compadres, amigos y familiares en un círculo en el que al parecer manejan avalúos a su modo.
A través de documentos en poder de Notus, Carlos Alberto Hernández, mantiene un grupo de personas que laboran para él en puestos estratégicos donde la información considerada como reservada y clave en la elaboración de avalúos comerciales se encuentra en manos de algunos de sus colaboradores para poder “venderlos por fuera”.
Rubén Sandoval Segura compadre de Carlos Alberto ostenta el cargo de Jefe de Validación y a su vez Rodrigo Saavedra Ríos cuñado de Rubén inicialmente se encontraba como eventual, pero actualmente se desempeña como uno de los validadores en documentación de catastro.
Otro de los integrantes de este grupo de “amigos” es el de José Fernando González Arriaga en el cargo de archivista; José Alberto García Hernández, Rodrigo Saavedra Ríos, Rafael Áldaco Sánchez como validadores y Daniel Murillo Gutiérrez sobrino del director y que se encuentra en el área de peritos valuadores.
De la misma manera Sandra Pérez Flores se ostenta como coordinadora de Cartografía y Archivo y que a su vez también sus funciones se ubican en el grupo de personas de confianza de Carlos Alberto Hernández y que ella tiene a su vez a una sobrina de nombre Jaqueline en recepción como parte del acercamiento inicial al momento que alguna persona o empresa solicitan información sobre los avaluos.
En la parte externa supuestamente labora Lizeth Luna Jacobo que es una perito fuera de catastro pero que mantiene relación con el área y que a través de ella es la forma en la que la información que hay de manera interna llega a sus manos para los avalúos externos.
Hay que hacer mención que la dirección de Catastro se encarga de determinar el valor atribuible a los inmuebles, planificar, coordinar, ejecutar y controlar el proceso de elaboración de avalúos masivos para la determinación del impuesto inmobiliario, así como elaborar periódicamente la tabla de valores catastrales del Municipio.
Aquí y según el organigrama los “allegados” a Carlos Alberto Hernández, hacen funciones básicas como pasar información a peritos externos, sacar archivos, hacer que esos avalúos que van desde un costo de los 2 mil hasta los 40 mil pesos presuntamente salgan mucho más rápido y que a su vez el dinero que debería ingresar al municipio llegue pero a la parte externa a fin de que no existan “anomalías” rastreables por algún tipo de auditoria.
Según la información obtenida al interior de catastro, los avalúos semanales que realiza este grupo superan los 100 trámites externos. La forma en la que operan es que si una persona solicita un avalúo de Catastro le dicen desde recepción que, una perito lo visitará a fin de facilitar el tiempo del trámite, sólo deja algunos datos rutinarios a fin de continuar con el proceso, al igual el perito externo tiene conocimiento de del listado a detalle de los predios fiscales que se van actualizar.
Ya que se tiene detectado al “cliente”, se solicita al archivista el historial y a su vez en las diferentes áreas facilitan servicios que van desde firmas, sellos, peritaje interno, documentación que se entrega al perito externo y que ese usa de manera rápida que un avalúo alcanza a entregar hasta en una semana, cuando en Catastro puede tardar hasta un mes.
En relación a la información obtenida, Notus no ha tenido acceso a la información interna de avalúos del Catastro por estar dentro de la Ley Federal de Datos Personales, sin embargo se logró comprobar por medio de la versión de trabajadores quienes facilitaron organigrama, parentesco y “funcionamiento” de esta dirección municipal.
Reportaje mediocre y falto de fundamentos, hay cosas que catastro no tiene facultad para determinar cómo la actualización de valores catastrales del municipio, es un reportaje más bien de ardidos, a alguien lo regañaron y salió a su periodiquillo a decir, jejejeje ojalá los demanden, hay muchas mentiras aquí