Sus actividades eran conocidas en el barrio. De hecho, se había ganado el apodo de el “can-nicero”. Pero una vecina dijo basta cuando se metió con sus mascotas. Y lo denunció. Así, en la localidad bonaerense de Florencio Varela cayó un coreano acusado de matar perros y vender su carne a distintos supermercados.
El “can-nicero” fue detenido luego de que una mujer denunciara la desaparición de dos de sus mascotas, aunque a las pocas horas fue puesto en libertad ya que “no existe una sanción penal para su comportamiento”.
En el momento de su detención, la Policía encontró “dos perros listos para trasladar y otro colgado de un gancho”, según fuentes de la investigación que aseguran que “se trata de un hombre con problemas psiquiátricos”.
El sospechoso decapitaba con un machete a los animales y después los colocaba en una bolsa para trasladarlos en un coche al supermercado y vender su carne a integrantes de una comunidad coreana asentada en el barrio porteño de Flores.
Sin embargo, la Policía investiga si los dueños del establecimiento, también asiáticos, la comercializaron entre clientes argentinos como si fuera carne de vaca.