Los celulares son uno de los productos electrónicos que se reemplazan con más frecuencia. Los principales fabricantes lanzan una nueva versión de su modelo principal por lo menos una vez al año, incluyendo mejores tecnologías y velocidades de procesamiento.
Para Greenpeace, este comportamiento acentúa la enorme presión sobre el medio ambiente al aumentar la generación de desechos electrónicos, toda vez que la mayoría de los consumidores cambia de celular sólo por tener uno mejor, con más funciones o porque su proveedor le ofreció la actualización.
Según una encuesta realizada por el organismo, sólo 28 por ciento de los mexicanos cambia su celular por necesidad (se descompuso o se perdió).
Datos de la Unidad de Inteligencia Competitiva revelan que en la actualidad hay 80 millones de smartphones en México y, según los resultados de la encuesta, 74 por ciento de los encuestados en el país tiene entre dos y siete de estos gadgets en su hogar.
La encuesta, que fue realizada en seis países, arrojó que 97 por ciento de los encuestados mexicanos opina que sería importante que los celulares se diseñaran para durar y que contaran con una batería de larga duración, mientras que 96 por ciento sugirió que tuvieran un procesador rápido.