Por Raúl Torres Cuéllar, #PáginaRoja
Guanajuato, Guanajuato; México
Con casi 120 años de antigüedad, el callejón León de Bronce ubicado a espaldas del Callejón del Beso por calle Peñitas, es una de las principales arterias que conducen al barrio de San Miguel donde está enclavado y erguido el monumento de “El Pípila”.
Los que habitan en la zona aseguran que este callejón data de aproximadamente 120 años, o sea, desde 1900.
Está ubicado en el centro histórico y por el mismo deambulan decenas de turistas en su afán por llegar al mirador de El Pípila, por este acceso a pesar de su pendiente, cuesta arriba, se hacen unos 10 minutos hasta la estatua de coloso independentista.
El piso está en excelentes condiciones, luce limpio y bien barrido, el alumbrado es bueno pero el “prietito en el arroz” (aseguran los vecinos) es que por el barrio existe una finca antigua, con muros de adobe, al parecer abandonada, la cual representa el riesgo de convertirse en un refugio o madriguera de drogos.
Otro dato es la señalética informativa, la cual ha sido vandalizada en todo lo largo del trayecto al mirador, ante la falta de constantes recorridos por parte de la policía.
En síntesis, el León de Bronce no es como lo pintan, ya que el barrio al ser frecuentado por turistas en su paso a El Pípila, se mantiene óptimo y representa una buena imagen para los paseantes.