Tres amigos están reunidos para pasar el rato, sin embargo, uno de ellos no se espera la broma que están tramando los otros para divertirse a sus costillas.
Los dos aliados se toman el tiempo de preparar la cámara para captar la broma que cuidadosamente han planeado, este par le propone al ingenuo de su amigo que jueguen con unas cucharas de madera. El reto consiste en sujetar las cuchara con la boca y golpear en la cabeza a su “amigo contrincante” . El incauto trata de golpear con la cuchara a su oponente y, lógicamente, no logra hacerle daño alguno pues apenas logra darle un torpe golpe con la cuchara. Hasta aquí, todo parece un simple juego entre cuates, sin embargo, cuando es el turno del autor de la broma, viene la diversión para él y su cómplice, pues mientras el ingenuo está confiado esperando la participación de su amigo, el cómplice de este, que está sentado justo detrás de la víctima, tiene en sus manos otra cuchara de madera con la que golpea fuertemente la cabeza de su compañero. Esto lo repiten varias veces y lo más curioso es que jamás son descubiertos pues su amigo cayó redondito en la broma y llegó al punto de la desesperación. Este ingenuo nunca los descubre, por lo que para ellos fue una broma impecable.