Abasolo, Guanajuato
El comandante Raymundo Hernández Vaca tenía 35 años en bomberos de Abasolo y hace casi 15 años que lo conocí encima de un camión bombero, con un casco, chaqueta y una sonrisa al momento que el aire le daba en la cara, previo atender un accidente.
Ray como lo conocían algunos, otros lo llegaron a llamar el comandante “naranjo”, quizás él y otros no lo sabían, pero en Pénjamo así lo conocían, porque les parecía que parecía una naranja, pues siempre estaba riendo.
“Cómo van los bomberos comandante –como siempre nos quieren quitar los apoyos, pero siempre estamos ahí donde la gente normal no quiere ir”, fue una de tantas conversaciones que hubo con él.
Algunas veces era cuestionado y pocas, pero muy pocas ovacionado, porque como cualquier ser humano, tenía defectos, pero también era persona que daba inclusive su vida por la de los demás al grado de que era el primero el salir a la calle a rescatar una persona, apagar un fuego o simplemente apoyar a otras corporaciones.
Así es como recuerdo al comandante Ray, que dentro de sus habilidades era que decenas de bomberos pasaron por su método de enseñanza, algunas corporaciones aprendieron de él, era un hombre sencillo, un poco escuálido, pero fuerte y fuerte en todo momento.
Descanse en paz Comandante.
Atentamente Esaú González
En el año 2014, habían homenajeado al comandante Ray
