
Irapuato, Guanajuato.- Amauri un artista urbano que deleita a los irapuatenses con la música de su piano y gracias a las donaciones que le hacen en un pequeño sombrero, moneda tras moneda, el artista ha podido pagar los gastos universitarios y está a punto de culminar la carrera; hasta limosneros han dejado una monedita en su sombrero.
El pianista logra hipnotizar a las personas que lo escuchan tocar y recordó que en una ocasión se acercó una persona que estaba pidiendo limosna y le depositó un par de monedas en su sombrero, en otra ocasión un niño que estaba enfermo y que estaba pidiendo ayuda recolectando monedas igualmente se acerco a él y le dijo que le gustaba mucho su música y también depositó dinero en el sombrero, sin embargo, el pianista agradecido a ambos personajes les regresó el gesto y les dio el doble de lo que le habían dado.
El pianista de los portales, comentó que él comenzó tocando el piano por la insistencia de su abuelita quien era una amante de la música y que heredó este gusto a Amauri.
“La verdad es que mi abuelita siempre quiso tocar un instrumento, pero no tuvo la oportunidad, entonces recuerdo que de chiquitos nos pregunto a mi hermano y a mí, que instrumento queríamos aprender, teníamos como unos cinco años y yo sin dudarlo dije que el piano” contó el músico.
Así desde los cinco años Amauri comenzó a interpretar las primeras canciones en el piano, un instrumento que, por su versatilidad sonora, que va desde los sonidos delicados hasta los explosivos fue la razón por la cual esta enamorado de este instrumento.
El pianista de los portales señaló que ha tomado clases con varios maestros, inclusive fue alumno del Conservatorio de la Universidad de Guanajuato, sin embargo, ahora el es un músico autodidacta y cada día busca aprender una nueva canción para poder deleitar a los transeúntes que pasean por el centro de Irapuato.

“Las canciones que más se quedan a escuchar es Perfume de Gardenias o la Gata Bajo la Lluvia y la de Chiquitita también”, dijo Amauri.
Además, comentó que los irapuatenses se detienen a escucharlo, a salir de la rutina, y se dejan envolver por la música en una especie de hipnotización musical.
