Pénjamo, Guanajuato
El gobierno panista del relecto Juan José García López, no sólo ha mantenido una estrecha relación de amistad con el que un día fue su rival y ex candidato de MORENA, Juan José Balver “el Che”, sino negocios millonarios que se han validado de forma institucional y con recursos públicos, aunque supuestamente son “opositores políticos”.
Dentro del pragmatismo o teoría institucional, el médico Juan José García López era “rival” e incluso pudiera considerar como “enemigos”, con el empresario Juan José Balver “el Che”, que de un día ser candidato del PRI, en las elecciones pasadas, lo fue de MORENA.
El detalle es que, aunque pareciera contrario a la institucionalidad, el alcalde de Acción Nacional, Juan José García López, tiene una relación comercial con “El Che” a quien ha beneficiado con diversos contratos.
Inclusive es evidente la familiariedad que existe entre ambos personajes, incluyendo al también panista José Martínez Felipe, con el que de manera frecuente comparte el pan y la sal, pese a que uno de tesorero municipal y el otro proveedor de la presidencia.
Maquinaria usada, cara y obsoleta
Según la información presentada por la Unida de Acceso a la Información en 6 de agosto del año 2016 el presidente Juan José García, adquirió bajo la aprobación del ayuntamiento maquinaria por un monto de 10 millones de pesos.
La maquinaria no era nueva y al parecer eran “desechos” de Juan José Balver “el Che” quien obtuvo una forma de vender artilugios que posiblemente ningún constructor o empresa sería podrían comprar, porque aparte de que supuestamente tenía costos elevados, su vida útil ya era deficiente.
Notus la semana pasada, intentó tener una respuesta sobre el uso, condiciones y detalles de la Caterpillar modelo D7R año 2001 que fue adquirida por un costo de poco más de 3 millones de pesos, pero a la fecha a través de entrevista no se ha realizado, esperando información vía legal.
Al igual se desconoce qué ha pasado con la Caterpillar cs533e año 2012, Caterpillar 320CL año 2003, Caterpillar C130g año 1987, está última con más de 30 años de uso, es decir, maquinaria que pudiera considerarse “basura” en el mercado de la construcción, pero de las que se pagaron 7 millones de pesos.