Pénjamo, Guanajuato.- El apicultor penjamense desde hace diez años Alfonso Flores dijo que la fructosa es una medida para que las abejas no escapen de las colmenas por falta de alimento, evitando mermas económicas en los apiarios del municipio.
Explicó el apicultor que el uso de la fructosa como alimento para las abejas, propicia que estas sean más productivas y más trabajadoras, lo que provoca que haya una producción mayor y que el apicultor incremente las ganancias.
Dijo que este alimento se esparce por la zona donde están los apiarios, se introduce un poco de fructosa líquida en unas botellitas que se cuelgan de los apiarios y las abejas van a comer ahí.
Señaló que los apicultores de Pénjamo por lo general tienen dos cosechas de miel por año, en su caso, cada temporada produce alrededor de media tonelada, por lo que al año produce aproximadamente más de una tonelada por año.
Dijo Alfonzo Flores que los grandes productores venden los productos a grandes corporaciones que procesan la miel ya sea para productos alimenticios, o jabones, o ceras, pero en el caso de los pequeños productores la venta de los productos se da a nivel local, vendiendo los productos a los comercios de la zona como las tiendas de abarrotes.
Así que invitó a los habitantes de Pénjamo a consumir la miel fabricada en el municipio.