Irapuato, Guanajuato.
A sus 21 años de edad Teresita de Jesús ha abandonado su sueño de ser escritora por ganar unos pesos cortando fresa y apoyar a su familia económicamente. Bajo el sol, diariamente.
Teresita se levanta a las alrededor de las 5 de la mañana para ir a trabajar a los campos de la comunidad Cuarta Brigada, de lunes a domingo de las 7 de la mañana a 3 de la tarde corta fresa o en otro caso la empaca.
Con varias prendas sobre su cuerpo, siempre cubierta desde los pies a la cabeza, así como su rostro para que los rayos del sol no la toquen.
Su sueño es “realmente ser escritora, me gusta escribir historias sobre mis amigas, lo que les pasa a ellas, a veces las invento… me gusta”, desde que estudiaba la primaria descubrió su gusto por la redacción, cuenta.
Teresita oriunda de la comunidad de La Carroza, dejó de estudiar hasta el segundo año de bachillerato “pues yo vi que mi papá estaba muy preocupado, también por eso y pues por eso ya decidí salirme y trabajar aquí”.
Apenas es su primera semana cortando fresa en este lugar y ha sido cansado mientras que el día dice, le saldrá en 120 pesos.
“Yo ya me resigné a trabajar es que en el rancho no hay transporte, no hay manera de irse a estudiar a otro lado, si hubiera una oportunidad sí lo haría, sería mejor “.
Aunque Teresita está resignada a tener que trabajar desde ahora para ayudar a solventar los gastos de su casa, ella también tiene otros talentos, forma parte del coro de la Estudiantina desde hace casi 2 años tocando la guitarra y aunque la música le gusta mucho su sueño es poder escribir de manera profesional.
Su papá y dos de sus hermanos también se dedican a trabajar en el campo, Teresita refiere que a la semana su padre gana 600 pesos y sus hermanos entre mil pesos semanales, “Yo lo he pensado, realmente ellos me apoyaron bastante y pues ahora me toca a mí apoyarlos”, ya que su situación económica “está muy difícil” por lo que sus sueños los ha hecho a un lado.
