Pénjamo, Guanajuato.- Ernesto Sánchez desde hace 22 años transita por los caminos de Pénjamo, manejando un camión que va trayendo y llevando a la gente del pueblo que quiere ir a la cabecera municipal para realizar diversas actividades.
Él y su camión están nuevos, pues apenas tienen 22 años en la ruta, así que todavía les queda mucho camino por recorrer, pues el conductor se ha esmerado en cuidar aquello que le da de comer.
Ernesto comentó que en un principio no le gustaba esta actividad, pero no tuvo más remedio que subirse al camión, pues en su comunidad natal Cruces de Rojas, no había quien condujera el camión y los habitantes del rancho sufrían para poder llegar a la cabecera.

Rigoberto Maldonado de la comunidad de Veredas, fue quien le enseñó a Ernesto los secretos que guarda un conductor de transporte de personas, todo comenzó como un simple aprendizaje más, pues Rigoberto le decía que algún día ocuparía el saber manejar un camión.
Sin embargo, el aprendiz de camionero, se resistía diciendo: “A mí ni me gusta, pero él me insistía me decía ¡anímate, ándale! y pues que me animo y aquí andamos echándole ganas.”
El disgusto que Ernesto manifestaba hacia el oficio de camionero radicaba en que, para él, es un enfado estar manejando, todo el día sentado, soportando el calor y a otros conductores en el camino.
Ernesto antes de ser camionero se dedicaba al campo, era contratado por jornal por las personas que ocupaban gente en las diversas actividades agrícola.

La primera vez que el transportista sacó el camión para una ruta fue de Pénjamo para Cruces de Rojas, y señaló que prefirió tomar primero lo difícil para luego llegar a los fácil:
“El camión lleno, gente parada en los pasillos, ahora ya no es así ahora damos vueltas con pocas personas, ya no es nada a comparación con años atrás”.
El camionero señaló que como ahora hay mucho vehículo esto ha repercutido en que ya no es tan necesario el transporte para que las personas de los ranchos se comuniquen, las personas ya tienen entre dos o tres carros. Ya bajó la rentabilidad del negocio del transporte ahora si bien le va, saca alrededor de 450 pesos por día.
Ernesto comentó que la primera corrida del día es a las 6 de la mañana pues él es el encargado de traer a los estudiantes a las escuelas en Pénjamo, ya después en pasaje regular entre amas de casa, y trabajadores.
Para terminar el camionero de Cruces de Rojas comentó que tienen un hijo que no quiso ser camionero y prefirió emigrar hacia los Estados Unidos de mojado, y actualmente se encuentra en el estado de Utah, y espera un día poder tener una visa e ir a visitar a su hijo, lo extraña porque él era su acompañante en los viajes además de ser el cobrador que pasaba lugar por lugar.