Irapuato, Guanajuato.- “Yo volví a nacer gracias a San Juditas”; dijo Máyela Gutiérrez Mosqueda de 35 años de edad, quien lleva 15 años poniéndole su altar a San Judas Tadeo.
La irapuatense externó que, en dos ocasiones, el santo patrono le concedió la oportunidad de salir adelante tras sus plegarias; “Yo tenía un tumor en el pecho, atrás del corazón y esto era de vida y muerte, la cirugía tenía que ser con urgencia y fue una cirugía de tórax, muy complicada y me fui de urgencias a la clínica de León T1 y dure como un mes, en terapia intensiva 15 días, hasta que me recupere y todo gracias a San Juditas volví a nacer”, dijo.
Por otro lado, Máyela tuvo otro suceso que ocasionó en su momento un estado de salud complicado, “En otra ocasión, al momento de bajarme del camión, el chofer le arrancó, ni siquiera me dejo pisar bien y me tiró, me fracturé un disco y también me hicieron la cirugía de la columna de urgencia, también le pedí mucho a San Juditas y me dio la oportunidad de continuar con bien y tengo mucho que agradecerle”, relató.
Uno de los principales iniciadores de esta tradición fue el cuñado de Máyela, Edgar Rivero, quien tenía muy arraigada esta tradición, pues cada 28 de octubre le hacia una gran fiesta al santo patrono hasta que un día lamentablemente falleció.
“Aquí somos pura familia y cada quien se organiza para la ofrenda que se va a dar, por ejemplo, yo todo el año voy haciendo un ‘guardadito’ para poderle hacer su fiesta cada año sin ningún pretexto, porque mientras Dios me de licencia, aquí seguiremos festejándole y agradeciéndole”, externó.
Para finalizar, la irapuatense dio un mensaje a toda la ciudadanía que pasan por momentos de crisis; “Tengan fe, confíen, San Judas Tadeo es muy milagroso y nunca pierdan la fe en Dios”, concluyó.