Huanímaro, Guanajuato.- Carlos Saldaña se fue como migrante en el año de 1977, en búsqueda de una mejor vida, pero más tarde se daría cuanta de lo difícil la vida en Estados Unidos, donde afortunadamente no conoció “la migra”.
“Yo no conocí la migra, porque antes esa solo iba a los campos grandes, yo creo que cuando ya se iba a acabar la cosecha los mismos dueños son quienes la echan, aparte de que no salía para nada yo trabajaba en fabricabas de 3 de la tarde a 12 de la noche”, dijo Carlos.
Algunos de los principales retos a los que el huanimarense se tuvo que enfrentar fue el buscar un hogar, ahorrar prácticamente para pagar renta y otros tantos detalles.
“Yo viví en Santa Ana y lo que comíamos durante semanas enteras eran papas con huevo, porque tenías que juntar para la renta, en ese tiempo pagábamos $700 dólares entre 4 personas. Muchos piensan que es fácil ya estando allá, pero no, las jornadas laborales son pesadas, pagan más o menos, con riesgo de que te caiga la migra en cualquier momento, luego que se enferme uno por allá con los químicos del campo o cualquier cosa que pase esta difícil estar allá”, comentó el hombre.
Carlos cruzo la línea por las playas de Tijuana y tan solo con $300 dólares en ese entonces fue suficiente para pagarle al “coyote”.
“Yo me fui por Tijuana, antes con $300 dólares la hacía uno y ahorita ya cobran hasta $8 mil dólares, hice más de 30 horas desde aquí de Huanímaro hasta allá, me cruce por la playa, primero te echabas un refresco con los polleros, ya cuando comenzaba a oscurear te llevaban hasta la orilla de la playa y de ahí nada más cruzabas por la orilla, cruzabas una milpa de espárragos más adelante, luego un canalito, rodeabas una escuela donde había muchos cholos y uno le tenía que correr, porque si te agarraban pues aparte de que te podrían golpear te quitaban lo poco que llevabas, ya después salíamos de esa área y entrabamos a Estados Unidos”, expuso Carlos.
Fue hasta que se dio cuenta de un mejor trabajo en México, que le ofrecía mejor pago y muchas otras facilidades que Carlos regresó después de radicar 3 años en Estados Unidos.
“Ya después de 3 años pensé que tenía una lanita y tenía un hermano que venía para acá casa 3 meses y me quedé pensando pues ¿Cómo este le hace para venirse cada 3 meses y yo no? Y ya me enfadé de allá y me ofrecieron trabajo acá y pues prácticamente me pagaban incluso más, por eso me regresé, acá me paseaba mientras trabajaba, comía lo que quería, estaba cerca de mi familia y pues por eso fue que me regresé”, finalizó Carlos Saldaña.