Pénjamo, Guanajuato.- Claudia Patricia López Guzmán de 52 años de edad, originaria de Pénjamo, cuenta con 35 años brindados a la docencia y nos contó un poco de lo que ha sido su experiencia en todo este tiempo.
“Lo mío empezó gracias al convencimiento de los niños ya que yo comencé a dar clases en un Bachilleres en la época donde los maestros se iban a los Estados Unidos y los niños me pedían que yo continuara dándoles clases”, externó.
La maestra nunca dejó de prepararse ya que después de su primer interinato, luchó para seguir adelante estudiando y llegar a ser directora.
“De las mejores cosas que me han pasado dentro de la docencia es ver a mis ex alumnos ya como profesionistas, para mí es un gozo y una satisfacción muy grande saber que forme parte de su crecimiento y formación”, comentó.
Para la maestra López el dar clases en los turnos vespertinos fue un momento que la dejó marcada en su carrera como maestra.
“Para mí era muy difícil ver cómo los alumnos buscaban en la basura algún lápiz o color, hasta alguna vez me tocó ver cómo sacaban tortas ya que los alumnos de la mañana tiraban sus comidas, eso a mí me partía el corazón y lo tengo muy grabado en mi memoria”, mencionó
La docente siempre se ha distinguido por ser una persona muy humana y siempre al servicio de quien la necesite.
En la actualidad y el cambio de los tiempos, la maestra envió un mensaje a todas las maestras que ejercen su profesión con vocación, “la escuela no solo es donde los alumnos aprenden, sino es su segundo hogar y tenemos que poner cuidado en enseñar dejando de lado los teléfonos para tener mejores alumnos, los tiempos han ido cambiando, pero los maestros serán irremplazables”, concluyó