
Guanajuato.- La Unidad Canina K9 de la Fiscalía de Guanajuato se ha convertido en un equipo indispensable en la búsqueda y localización de personas, gracias a su disciplina, experiencia y, sobre todo, a la unión inquebrantable entre los caninos y sus manejadores.
Hoy, la Unidad está integrada por 13 caninos especializados, en su mayoría pastores alemanes y belgas malinois, aunque también hay cruces de diseño que combinan fuerza, inteligencia y resistencia. Entre ellos, cuatro destacan por su entrenamiento específico en la localización de personas fallecidas y restos humanos, con dos de ellos preparados para operar en cuerpos de agua.

Su preparación inicia desde los primeros meses de vida. A los seis meses ya son capaces de realizar sus primeros marcajes, un gesto que indica la detección precisa de restos humanos. El proceso de aprendizaje es intensivo y abarca desde ubicar personas recién fallecidas o en etapas avanzadas de descomposición hasta elementos óseos.
Varios de estos caninos acumulan hasta ocho años de experiencia en detección de narcóticos, armas y papel moneda, y cuentan con certificaciones internacionales avaladas por la Embajada de los Estados Unidos. Los más jóvenes, especializados en búsqueda de personas fallecidas, llevan cerca de dos años afinando sus sentidos para brindar respuestas que la ciencia por sí sola no podría lograr.

El éxito de la Unidad Canina K9 está en el binomio canino-manejador. No se trata solo de obediencia o técnica, sino de un lazo de confianza y complicidad que se construye día tras día. Esa conexión permite que, en campo, cada movimiento y cada señal del perro sea comprendida con exactitud por su compañero humano.
Gracias a esta sinergia, los binomios han logrado un 100% de efectividad en la localización de restos humanos, incluso en condiciones extremas, como búsquedas en agua con profundidades de hasta dos metros.
