Guanajuato, Gto.
Y mientras unes (por aquello de la inclusión) gritaban “¡esos mirones también son maricones!”, otros danzaban estilo chichimeca en honor a San Antonio de Padua. La refrescante lluvia vespertina no detuvo al orgullo por la diversidad sexual ni al fervor por el milagroso santito que consigue pareja (so riesgo de ser puesto de cabeza).
No eran machos, pero eran muchos (y muchas y muches -o muxes-): salieron del Jardín de las Embajadoras, con la destacada figura de Rubí Araujo, primera regidora trans que tuvo este muy católico y homofóbico municipio. Primero independiente, luego perredista, posteriormente emecista y ahora trabajando al lado panista.
A diferencia de Alejandro Navarro, que lo mismo comulgaba, rezaba y se santiguaba que encabezaba marchas por el orgullo homosexual y de la diversidad sexual, Samantha Smith no estuvo ahí. Tampoco les acompañó en la conformación del cabildo diverso que se conformó el viernes. Se remitió a subir a sus espacios digitales el gráfico de los colores de la diversidad sexual con el mensaje “Guanajuato te quiero incluyente”.
El Festival PRIDE que es la cúspide del mes del orgullo de la diversidad sexual comenzó desde la mañana con un bazar. Hubo un taller de barro, pruebas rápidas de VIH y, por la tarde, la Décimo Primera Marcha del Orgullo.
Bastoneras sin bastón, pero con pompón, y danzantes del torito, muy coquetos ellos, pues los personajes femeninos son, por tradición, también interpretados por varones. Dieron realce a una marcha donde elles vistieron sus mejores galas y el maquillaje vestía de feminidad a esos rostros rasurados.
La lluvia disminuyó el número de mirones (a los que también dijeron que eran maricones) y desde las casas había miradas con risillas, respondidas con otra consigna: “¡Detrás de las ventanas se esconden las lesbianas!”.
Bajaron por Sangre de Cristo (bendito entre les mujeres) y siguieron por Sopeña para cruzar el emblemático teatro Juárez, entre tímidas porras y miradas de burla contenida (no se atrevían a despertar la ira de una trans de casi 1.90 de estatura).
El orgullo resonó frente a San Diego y junto al incólume rostro de don Benito Juárez: “¡De noche, de día, que viva la jotería!”, las chicas lésbicas, unas con varoniles atuendos, secundaban: “¡de noche y de día, que viva la putería!”. Pues que viva, nadie es quién para contradecirles.
Siguieron por Juárez y destacaba la belleza de las figuras femeninas, tanto de mujeres como de trans. Las chicas que pasaban o miraban destilaban envidia y recibían su consigna: “¡esas muchachas también son marimachas!”.
Pian pianito, con el chipi chipi que corría el maquillaje y apelmazaba la peluca, que obligaba a acomodar las chichis de caucho (las de silicón no tenían problema), siguieron hasta la Alhóndiga de Granaditas y se preparaban para noche de Túnel PRIDE en la calle Subterránea. El domingo seguirá el Festival con más actividades.
Los más viriles espectadores expresaban con actitud de desdén o burla la escena de la caravana de autos y personas con las banderas de la multicolor diversidad sexual. La respuesta de la orgullosa banda era contundente:
“¡Ese barbón también es maricón!”.
Yo iba rasurado.
Atrás, en la bajada de Peñitas, entre Cerro del gallo y Plaza de Los Ángeles, la danza rendía culto a San Toñito, el cazador de solteros (y solteras). Era la fiesta patronal del día.
El caos para automovilistas seguirá en el centro de la ciudad este domingo: la bajada de La Gualdra estará cerrada de 14:00 a 23:00 horas. Las calles Cantarranas, Alonso, Carcamanes, Alameda, Terremoto y la rampa del estacionamiento Patrocinio de 9:40 a 14:00 horas, debido a la tradicional peregrinación.
Estar en la festividad de San Antonio amplía las posibilidades de conseguir pareja. Ya es decisión de cada quién si se va a la Alhóndiga a conseguir una de su mismo sexo o de género transverso o la rolan en las inmediaciones del Jardín de la Unión.
Como quiera que sea, si el santo hace el milagro, ahí está el callejón del Beso para saldar la unión, ya sea santa o profana.
