Irapuato, Gto.- En el Panteón Municipal se encuentran varias tumbas muy deterioradas. Lo que más influye a esta desagradable apariencia es el descuido y abandono indiscutibles.
A la entrada de este cementerio se observa un estacionamiento vacío, algunos puestos de flores coloridas y frescas, un carrito en el que se venden raspados y otro de frituras; en general un ambiente tranquilo y cálido.
Al ingresar al panteón se nota el cambio a un clima fresco, tal vez se deba a que hay varios árboles y a que predomina la luz del blanco que hay en las lápidas; sin embargo, la tranquilidad y la escases de gente no se han ido del ambiente.
Pareciera que las pocas personas que llegan a visitar a sus difuntos, aunque vayan acompañados, están solas, esto se nota en su mirada pérdida y su caminar lento. Es como si reflexionaran o quisieran estar tan aislados del mundo para encontrarse con el motivo de su visita al cementerio.
Pero el asunto que llama mi atención es la cantidad de visitantes que puede tener un panteón en una mañana de primavera. Por cierto no en un día festivo (día de las madres, día del padre, 2 de noviembre, etc.)
Es entendible que el ritmo de vida actual es acelerado, y que contar con tiempo libre es poco probable. A pesar de eso siempre debe de existir un momento asignado a los seres queridos.
Y es entonces que no me explico la razón de que ese inconsolable llanto en un sepelio llegue a convertirse en el olvido de una tumba. Hay varias muy descuidadas en este Panteón.
Por la leyenda grabada en las lápidas se nota que ya son viejas. Es normal que las lluvias las destruyan poco a poco pero de eso a que los familiares del cuerpo no le hayan dado mantenimiento…
El sr. José Sánchez, encargado de recoger la basura (en su mayoría flores secas), dijo que simplemente esas tumbas están abandonadas y que son varias.
Tal vez sea porque ya no tienen familiares vivos, tal vez porque no hay tiempo, tal vez podría seguir con mucho “porques”.
Y sí, es solo un espacio de tierra en el que está el cuerpo de un ser querido. A fin de cuentas lo que nos queda es el recuerdo de aquella persona.
Lo malo es que no solemos valorar lo que tenemos hasta que lo perdemos. Y es así que cuando alguien nos hace falta queremos volver el tiempo y demostrarle cuanto nos importa.
Por eso, si en este momento tienes a “alguien” especial dile cuanto lo amas. Hazlo hoy, porque mañana dejarás su tumba abandonada.
“En vida hermano, en vida”.