Abasolo, Guanajuato.- Juan Antonio Zaragoza Hurtado, Ingeniero Industrial mejor conocido como “Tony” a sus 30 años de edad es un gran representante del fisicoculturismo de Abasolo.
Todo comenzó desde que “Tony” era muy pequeño, el gusto por el ejercicio lo heredo de su papá y su primera motivación fueron las caricaturas.
“Toda mi vida he hecho ejercicio, mi papá nos llevaba a correr porque el siempre jugo futbol, además de que crecí viendo Dragón Ball Z”, dijo entre risas.
Cuando Antonio llegó a la secundaria le entró “la espinita” de ser el más fuerte del salón y uno de sus primos lo comenzó a llevar al gimnasio a la edad de 16 años.
“En ese tiempo que entre al gimnasio conocí a muchos amigos que eran los ‘mamados’ de ese entonces de Abasolo y me enseñaron mucho, yo quería ser como ellos, quería estar fuerte como ellos”, explicó.
Los primeros “pininos”
“Mi primera competencia fue en Celaya, como principiante yo no sabía ni que, con muchos nervios yo ni sabía que te tenías que maquillar para que tus músculos resaltaran más en el escenario fue el inicio de lo que he construido”, señaló.
Al paso del tiempo “Tony” tomó experiencia y compitió en Abasolo quedando en tercer lugar en la categoría de principiantes local, lo cual fue un gran logro para él en ese entonces.
3 años después, Antonio logró ser primer lugar en Abasolo, Pénjamo y Salamanca, el año pasado señaló que también fue un gran año de competencias, destacando que trajo el primer lugar y absoluto de Salamanca, Cortázar, Dolores Hidalgo, Guanajuato, Silao y Querétaro.
El abasolense explicó que para él es una satisfacción muy grande el poner el nombre en alto de su municipio en otras ciudades.
Los mejores recuerdos dentro del fisicoculturismo
“Ganar mis primeros absolutos que fueron los del año pasado ha sido lo mejor que me ha sucedido porque además obtuve una remuneración muy satisfactoria, además el que hayan dicho en el micrófono – ‘el primer lugar es para Abasolo, Guanajuato’- me hizo sentir feliz y emocionado”, dijo con una gran sonrisa.
Antonio mencionó que además de ganar ha creado muy buenos lazos de amistad con gente de muchas ciudades que lo aprecian donde poco a poco ha ido formando su segunda familia.
Entre todo lo bueno, lo más difícil para él ha sido la alimentación, “En ocasiones se me antojan los tacos o alguna que otra cosa y cuando estoy en competencia no puedes comer nada fuera de tu dieta y a veces es difícil, pero no imposible”, explicó.
El abasolense finalizó agradeciendo a todos los que lo han apoyado en esta reconstrucción de su cuerpo, con mensajes de aliento y mucho cariño.
