Pénjamo, Guanajuato
Durante este fin de semana, fueron localizados los cuerpos de dos personas enterradas dentro de una fosa ilegal en el poblado de Churipitzeo. En el mes de noviembre, había sido encontrada otra persona en las mismas condiciones y en la misma área, sumando tres cuerpos enterrados.
El hecho ocurrió el sábado por la mañana, todo esto a través de una llamada anónima que alerto a la policía municipal; en este lugar estaban dos cadáveres, uno de ellos tenía una estatura en promedio de 1.80 metros, es decir, era una persona bastante alta.
Ese cuerpo era de complexión robusta, estaba amarrado de los pies y de las manos con alambre quemado y no portaba algún tipo de identificación, aunado a que por el tiempo en el que posiblemente fue enterrado junto a su “compañero”, estaba en estado de descomposición.
El otro cuerpo era el de una persona de una estatura aproximada a 1.65 metros, de complexión delgada, al igual que la otra víctima, tenía las manos atadas a la espalda con cuerdas y tenía los pies amarrados de los tobillos, vestía una playera de béisbol y tenis de los conocidos como vans.
El lugar fue acordonado por elementos de las Fuerzas de Seguridad del Estado (FSPE) y Agentes de Investigación Criminal, que estuvieron a la espera de las indicaciones de empleados de la Unidad Especializada en Investigación de Homicidios, de la Subprocuraduría de Justicia de la Región B con sede en Irapuato.
Aunque hace tres meses fue encontrado, Agustín Martínez Barajas de 37 años, alias ‘El Pichi’, quien habría sido privado de la libertad días antes de ser localizado en una fosa “adjunta”, al parecer no se revisó el lugar para encontrar otro tipo de indicios o cadáveres.
En relación a este hecho “no hubo testigos” y por lo tanto supuestamente nadie escucho nada y observo algo extraño, detallando que Churipitzeo es uno de los poblados de mayor afluencia y cercanía con la cabecera municipal.