Rubén Barrera Ramos: pianista y contratenor para orgullo de Celaya

Guanajuato, Gto.- Escuchar a Rubén Barrera Ramos en el piano es viajar por un universo sonoro que va de lo barroco a lo contemporáneo; escuchar su voz de contratenor, con su maestra Martha García Renart al piano, es encontrarse en un mar de talento que proyecta a Guanajuato como un estado de grandeza en la música de todos los tiempos.

Rubén fue maestro y director del Coro del Conservatorio de Música y Artes de Celaya, ciudad donde se le reconoce por sus aportaciones a la formación musical al lado de su hermano Adrián, destacado violinista.

Ambos provienen de una familia de músicos: el padre del abuelo materno y el padre de la abuela materna eran músicos, al igual que el hermano de la mamá, el tío Roberto Ramos, que como mariachis dieron música a las voces de Javier Solís, Juan Gabriel y Luis Miguel.

Los hermanos impulsan expresiones musicales diferentes, con la misma pasión que sus predecesores.

El pianista nació en la ciudad de México, pero de niño lo llevaron a vivir a Celaya. Desde su niñez, junto con su hermano, disfrutaba noches bohemias que se hacían en casa de sus abuelos, donde tocaban la guitarra y el violín, además de escuchar las voces de sus tías y de su mamá Ana Ramos Montesinos.

Eso les despertó una vocación que entendieron desde que en primaria aprendían a tocar la flauta de pico en la primaria. Rubén repetía las melodías en el piano de uno de sus tíos.

A los 10 años inició sus estudios musicales en el Conservatorio de Música y Artes de Celaya donde cursó el Bachillerato Musical y la Licenciatura en Piano bajo la tutela de la insigne pianista y compositora Marta García Renart, para después hacer la licenciatura de piano, graduándose y se graduó en 2015.

Rubén cumplía su anhelo de ser concertista y presentarse en diferentes partes de México y del mundo y como pianista ha sido parte del Coro del Conservatorio celayense y la Orquesta Sinfónica Juvenil Silvestre Revueltas, además de pertenecer al cuarteto barroco que formó el sacerdote Alejandro Montes.

Compuso una misa que contiene piezas para coro, algunos ya interpretados en Celaya. El talento tiene un estímulo: es discípulo de Martha García Renart. Con ella ha realizado conciertos a dos pianos o la ha acompañado con su voz de contratenor.

En agosto pasado se les escuchó juntos en la Casa Museo Gene Byron, donde Marta García Renart estuvo al piano; Emmanuel Ramírez con el violín y Rubén Barrera fue contratenor.

Interpretaron música barroca de Heinrich Ignaz Franz von Bieber (1644-1704), Arcangelo Corelli (1653-1713), Francesco Cavalli (1602-1676), Henry Purcell (1659-1695), Antonio Vivaldi (1678-

1741), Georg Friedrich Händel (1685-1759), Johann Sebastian Bach (1685-1750) y Alessandro Scarlatti (1660-1725).

Como pianista solista ofreció un concierto en el que realizó una caminata histórica de la música mexicana del siglo XX, desde Juventino Rosas, Manuel M. Ponce hasta Mario Ruiz Armengol.

Rubén también ha participado como pianista interpretando música barroca y contemporánea. Fue pianista titular de la Orquesta Sinfónica Juvenil “Silvestre Revueltas” durante 8 años, con la cual debutó como solista en 2010. Durante 6 años dirigió el Coro del Diplomado en música del Conservatorio de Celaya, y fue pianista acompañante y posteriormente Director del Coro Juvenil de la citada institución por 7 años, el cual se presentó con diferentes orquestas sinfónicas, así como en diferentes foros que incluyen el Festival Internacional Cervantino en diferentes ediciones.

Formó parte también del personal docente del Conservatorio de Música de Celaya durante 10 años. Actualmente imparte las cátedras de Solfeo, Entrenamiento auditivo, Música de cámara y Coro en el Centro universitario de Estudios Musicales de Querétaro.

En el trabajo de formación de niños y adolescentes les inculca que interpreten, amen y sientan la música, afirma.

Contratenor, el otro reto

El contratenor canta con voz aguda, similar a la de la mujer. Rubén es uno de los contados contratenores que existen en México. Los estudios en este rubro, que representa su otra faceta como hombre de música, han sido tomados en la ciudad de México.

Rubén lleva con esa voz al barroco a expresiones del misticismo y del lirismo, en una expresión que impresiona.

En la charla explica que lograr la voz de contratenor implica una gran disciplina. No se trata de sólo hacer un sonido agudo: hay que darle expresión y forma.

Considera que hace falta difusión de la música mexicana y que la formación académica la contemple más: “cuando hacemos una carrera de música lo hacemos desde la perspectiva europea”.

En oriente, explica tienen una perspectiva diferente al aprender también su cultura musical

En lo relativo al canto de contratenor, señala que en el pasado fueron los castrati los que daban forma esta expresión del canto, ahora existen elementos formativos académicos.

Es discípulo de Héctor Sosa, un contratenor oriundo del puerto de Tampico, heredero de una importante tradición operística familiar y considerado el primer contratenor mexicano con más de cuarenta años de trayectoria artística.

Es reconocido especialmente por su interpretación de la cantata Carmina Burana, de Orff, prácticamente con todas las orquestas del país, y bajo la conducción de destacados directores.

La poca información existente sobre la formación y el desarrollo del contratenor y los prejuicios sociales por tratarse de un timbre de voz que consideran que no corresponde a la del varón han limitado que más personas se involucren en esta forma de expresión, destaca el celayense por adopción.

Vida de éxitos

Rubén es ganador del 2° lugar del Primer y Segundo Concurso Estatal de Piano organizado por la Escuela de Música de la Universidad de Guanajuato, así como ganador del 2° lugar de su categoría en el concurso organizado por la EPTA (European Piano Teachers Association) en su 4ª Rassegna Musicale “I Giovani e l’Arte”, realizado en Roma, Italia; también obtiene un diploma al mérito en el concurso Premio Internazionale di Musica “Suoni nel Pollino – Gran Premio della Calabria”, efectuado en Cosenza, Italia.

Se ha presentado en diversos escenarios de Perú, Guatemala e Italia. Junto con su hermano Adrián Barrera, reconocido violinista, forma el Dúo Barrera, participando en el Festival de Música de Cámara de Aguascalientes en dos ocasiones y tocando en diferentes ciudades de la República Mexicana.

Ha tomado cursos como Dirección e Interpretación de la Ópera, Pedagogía del canto y Lingüística y estilística del canto, impartidos por Carlos Fernández Aransay (España); Canto Gregoriano, impartido por el P. Daniel Saulnier (Francia); así como cursos de perfeccionamiento pianístico con los Maestros José Manuel Sandoval (México), Leonardo Saraceni (Italia), Francisco Rocafuerte (México), Silvana Santinelli (México), Mauricio Náder (México) y Michael Tsalka (Israel), de quien también recibió clases de Interpretación barroca y Clavecín. En el año 2019 participó en el Curso Internacional de Canto llano, realizado en Tours, Francia, bajo la dirección del P. Daniel Saulnier y Šarunas Visockis.

Dentro de sus composiciones destaca la música realizada para el cortometraje “Tres Gracias para Paulina” en el 2007, el cual fue transmitido en el Canal Cultural 40 de la Ciudad de México con motivo del Festival Cinematográfico “Expresión en Corto”; y la “Misa Breve”, estrenada en mayo del 2014 para conmemorar el 25 aniversario de sacerdocio de Monseñor Alejandro Montes Ávalos.

En 2012 participó en la Muestra de Cine Silente llevada a cabo en el Teatro Principal de la ciudad de Guanajuato, musicalizando en vivo diversos cortometrajes del archivo fílmico holandés con obras del compositor iraní Babak Kamgar, dentro del marco del GIFF (Guanajuato’s International Film Festival).

Estudió técnica vocal con Arturo Mendoza y canto con el ilustre contratenor Héctor Sosa, con quien continúa su formación vocal. Ha participado como tenor solista en la Novena Sinfonía de Beethoven, en el “Panegírico a la Virgen de la Concepción” de A. González, en los “Salmos Chichester” de Leonard Bernstein, en el Villancico para orquesta y coro con solistas “De la Cruel Babilonia” de Ignacio Jerusalem, en la Gran Misa en Do menor y el Réquiem de Mozart. Interpretó el papel de Felipe Suasnábar en el estreno mundial de la ópera épica “Nuestro Tresguerras” del compositor mexicano Guillermo Diego.

En Devon, Inglaterra, participó como alumno activo en el “Dartington International Summer School”, en donde asistió a las cátedras de Fortepiano y Clavecín, a cargo de las Maestras Maggie Cole (Estados Unidos) y Nadja Lesaulnier (Francia), respectivamente.

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