Irapuato, Guanajuato
Apenas iba saliendo de comprar algunas cosas, todo parecía normal, pues estaba acompañada de sus amigas y estaban listas para seguir pasando la tarde, pero en cuestión de segundos, todo cambió; una de ellas fue asaltada por un joven que le arrebató la bolsa, comenzó a correr y a los pocos metros se metió a su casa.
La situación se generó afuera de la tienda Aurrera situada en la calle Casimiro Liceaga a unos metros de las oficinas de la Procuraduría General de la Republica –PGR- donde se supone que hay vigilancia de elementos federales.
Eran alrededor de las tres de la tarde, cuando la tranquilidad de Cristina, fue interrumpida, ella traía en uno de sus brazos una bolsa de mano de color rosa y conducía una camioneta tipo Jeep café.
Justo antes de abordar su camioneta, un joven entre los 20 y 22 años estaba merodeando Aurrera, al ver que Cristina estaba distraída, le arrebató la bolsa y comenzó a correr sin que nadie la ayudará a pesar de que había algunos clientes y un aparente cuidador de vehículos.
A los pocos segundos el conductor de un vehículo, siguió la escena y a la vez al ladrón que no se percató que era perseguido. A los pocos metros de observar que nadie lo veía detuvo el paso fuerte y se metió en una casa en obra negra, como si nada hubiera pasado en ese espacio conocido como “La Perdida”.
Ahí nadie llegó a auxiliar, ni tampoco alguien se metió a ayudar; las muchachas y el conductor del vehículo llamaron a la policía municipal a través del 911 pero pasó el tiempo y el socorro, fue tardío, culminando con una simple conversación entre las jóvenes y la policía.