Irapuato

Rezan ‘cuarentena’ a la virgen de La Soledad; patrona de Irapuato

Fieles católicos irapuatenses veneran a la Virgen de La Soledad , su festividad próximo 30 de abril

Irapuato, Guanajuato.- La patrona de Nuestra Señora de la Soledad en Irapuato, Guanajuato es una de las más veneradas por los feligreses católicos el día 30 de abril y a quien le ofrecen durante cuarenta días sus oraciones y realizan sus peticiones.

Hoy esta iglesia se encuentra situada en el centro de la ciudad a espaldas de Plaza Fundadores sobre calle Ramón Corona, zona centro.

Irapuato como prácticamente todos los pueblos católicos del mundo, ha sido muy creyente y practicante , con poca o mucha instrucción religiosa pero sinceros. A través de dos vías se desarrollaban y los guiaban a esas acciones en las que casi totalmente vivían: el amor a Dios y el temor a las circunstancias.

En el año de 1812 se elige para como “Patrona Principal” de la congregación, luego de solicitarlo canónicamente por medio del clérigo Don Victorino de las Fuentes a las autoridades civiles y eclesiásticas de la Intendencia y el Obispado, respectivamente se formó el “ Patronato de la Soledad” el cual, luego de otorgada la respuesta positiva por el Obispo de Michoacán Don Manuel Abad y Queipo y establecer el día 30 de abril de cada año como el de su festividad Eclesiástica.

La Virgen María en su advocación de La Soledad se convirtió en un centro relevantemente mariano que atrajo prácticamente a todos los irapuatenses.

De cualquier manera debemos usar la imaginación para ver y escuchar la emocionante participación de la población durante el novenario previo a la festividad de su juramente en favor de la Virgen de la Soledad.

Cabe mencionar que los pisos de los interiores del templo de la Virgen de Nuestra Señora de la Soledad fueron usados como sepulcros de personas seguramente de mayor peso específico en la población de Irapuato.

De esta época se recuerda la costumbre de como preparación a su festividad anual, fijada el 30 de abril, rezar la ‘cuarentena’ en su honor la que consistía en ir diario, durante cuarenta días interrumpidos a rezar ante su presencia, cuarenta días Padres Nuestros y otras tantas Aves Marías para, luego, terminar con la recitación de la oración respectiva, práctica que se ha dado a lo largo de los siglos.

Hoy en día los feligreses católicos llegan hasta el altar de la Virgen de la Soledad para ofrecer sus oraciones y realizar sus peticiones.

Los irapuatenses sin suda veneran de manera especial a su santa Patrona de la Soledad a quien les prometen la cuarentena con fervor y devoción.

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