Pénjamo, Guanajuato.- Los restos de Ana María Gallaga y Cristóbal Hidalgo I Costilla, padres del Padre de la Patria, Miguel Hidalgo I Costilla, yacen frente al templo de San Francisco en la zona centro de Pénjamo. La iglesia construida en el siglo XVIII, cuenta con un gran valor histórico, pues aquí se desposaron los padres del Libertador de la Patria.
Anteriormente el panteón de Pénjamo y los panteones en los pueblos chicos estaban instalados en los atrios de las iglesias que servían como espacios para dejar los restos de las personas que vivían en ese entonces.
Según el historiador Arturo Castillo, cuando comenzaron a remover los cuerpos al que ahora es el panteón “viejo”, descubrieron que, frente al atrio, estaban las lápidas de Ana María Gallaga y Cristóbal Hidalgo y Costilla, justo, donde de encuentra el pedestal, donde se encuentra una escultura de Miguel Hidalgo.
“Aquí en la iglesia era el panteón y llegaba hasta donde esta el pedestal de la estatua de Miguel Hidalgo y esta ahí el pedestal, porque debajo de ahí están los restos de los papás de Miguel Hidalgo; si, es que anduvieron sacando las osamentas para llevarlas al panteón, entonces cuándo llegan allá donde está el pedestal, escarban y encuentran las lápidas” dijo Arturo Castillo.
Don Cristóbal tuvo cuatro matrimonios, del primer matrimonio fueron 5 hijos, entre ellos Miguel Hidalgo, considerado el padre de la patria, porque “a mí me platico un integrante del siglo XIX del patronato para sacar los restos, Adolfo Villaseñor un farmacéutico, porque pertenecía al comité, que ahí estaban los restos”.
Finalmente, Arturo Castillo, dijo que se supone que aún existen descendientes de Miguel Hidalgo, pero en Abasolo, porque decidieron irse a vivir a ese municipio que, por su cercanía con Pénjamo, fue el lugar en el que fue bautizado el libertador de la patria.
Sabías que…Don Cristóbal y su joven esposa tuvieron cinco hijos, todos ellos nacidos en la hacienda de Corralejo: José Joaquín (1751-1803), Miguel (1753-1811), Mariano (1756-1811), José María (1759-?) y Manuel Mariano (1762-1809). Doña Ana María murió a los treinta y un años, por secuelas del quinto parto.