Guanajuato, Gto.- Dios los hizo y el rechazo a Andrés Manuel López Obrador los juntó: panistas, priistas y perredistas marcharon nuevamente desde el Paseo de la Presa hasta Plaza de la Paz. Esta vez no fue en defensa del INE, sino contra lo que afirman se puede convertir en dictadura. Pidieron a seguidores invitar a más gente y convencer a personas indecisas.
Fueron más o menos los mismos 300 de siempre: profesores y estudiantes de la Universidad de Guanajuato, especialmente de la carrera de Derecho, comerciantes, empresarios y militantes de los tres partidos opositores: Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD). El candidato Juan Carlos Romero Hicks, que va a cámara local, fue de los más saludados.
La marcha de las y los “fifís neoliberales conservadores” (según el presidente López Obrador) se dio en el marco de una movilización nacional simultánea, que concluyó con el mitin encabezado por Xóchitl Gálvez en la ciudad de México.
La marcha
En orden y puntuales, apenas pasadas las 9:30 de la mañana, la columna con “los de siempre” salió de El Caballito (estatua monumento al general liberal Sóstenes Rocha): el panista expulsado Carlos Arce Macías, la panista Martha Isabel Delgado Zárate – escudera de Juan Carlos Romero Hicks-, los priistas Antonio Mosqueda y Luis Felipe Luna Obregón y, por el PRD, José Luis Barbosa y Carolina Contreras, entre otros y otras.
El catedrático y exconsejero electoral Luis Miguel Rionda estuvo activo como integrante de la sociedad civil y como promotor y vocero de la organización, para refrendar su postura de crítico acérrimo de López Obrador.
Bajaron por el Paseo de la Presa y siguieron por Paseo Madero para entrar por Sopeña y tomarse la foto en el teatro Juárez. Una bandera del país y los gritos de “¡México, México!” fueron el sello de la movilización.
Muchas canas y pocos jóvenes. Varios de los que se burlaban y arremetían contra las manifestaciones de izquierda estuvieron presentes ahora en el papel de los que criticaban.
En la marcha anterior de esta marea rosa, que fue en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE), la académica Elisa Jaime dio cátedra sobre derecho y política en vez de un mensaje acorde al momento. Esta vez hubo dos oradoras que respetaron el acuerdo de la brevedad:
Bernarda Trueba, actriz y universitaria y Karla Villegas, destacada estudiante de derecho de la Universidad de Guanajuato y estudiante de psicología de la Universidad Virtual del Estado de Guanajuato.
Ambas centraron su mensaje en cuestionar al gobierno obradorista y su carácter autoritario, en hacer un llamado por la justicia y la democracia. Mensaje abierto, acorde a la pluralidad de la marcha.
Cantaron el himno nacional y el fuerte calor hizo que una parte de ese grupo de 300 se empezara a dispersar. Sin embargo, son tiempos electorales, por lo que hubo un participante que se aventó un palomazo oratorio. Se identificó como Alfredo Ceceña. Es un filósofo y arquitecto egresado de la UG, quien le dio toque de mitin al acto con una arenga a favor del voto: a invitar a votar y a que convenzan a personas cercanas y, sobre todo, a las y los indiferentes y los abstencionistas.
La consigna fue que, si hay abstención, ganará la 4T. Al igual que las oradoras, dijo que la democracia mexicana está en riesgo y el hombre añadió que es importante ganar los congresos para acotar al Poder Ejecutivo. Parecía un mensaje de resignación a perder la presidencia de la república, por lo que los gritos de “¡Xóchitl!” lo llevaron a corregir y hacer el llamado al voto por la panista.
Su participación concluyó con el coro a favor de la candidata opositora.
Al dispersarse la ola rosa guanajuateña, sólo quedaron en las bocinas la voz de Guadalupe Acosta Naranjo y, más tarde, de la mismísima Xóchitl Gálvez desde el zócalo capitalino.
Hacía calor. Los frapés eran la bebida más solicitada en los locales de la zona.