Más de 300 renos salvajes murieron de manera inusual después de ser impactados por rayos en Noruega central, en lo que las autoridades de vida silvestre consideran una masacre natural por su magnitud.
La Agencia Ambiental Noruega difundió imágenes sobrecogedoras de cadáveres de renos desparramados en una zona pequeña de la meseta de Hardangervidda.
La agencia informó que murieron 323 animales, incluidos 70 becerros, en la tormenta eléctrica del viernes.
El vocero Kjartan Knutsen dijo a la AP que la muerte de renos u otra fauna silvestre por rayos no es inusual, “pero jamás habíamos conocido semejantes cifras”.
Dijo que los renos tienden a juntarse cuando hay mal tiempo, lo cual explicaría la muerte de tantos al mismo tiempo.
Miles de renos migran a través de la árida meseta de Hardangervidda al cambiar las estaciones.