Huanímaro, Guanajuato.- Para Andrea Escobedo, el fútbol ha sido el deporte que le ha permitido mantenerse en contacto con sus raíces y su familia, ya que le ha brindado la oportunidad de venir a México y compartir con sus compañeras la cultura mexicana.
La futbolista mexicoamericana, residente de la ciudad de Sacramento, en el estado de California, Estados Unidos, comenzó a jugar fútbol siguiendo los pasos de su hermano mayor; al verlo jugar, desde pequeña quiso también patear la pelota.
“Inicié a jugar con un equipo de puros niños, yo era la única mujer y pues se me quitó el miedo”, comentó Andrea.

La deportista quiere que las mujeres en el fútbol sigan haciendo ruido; es decir, que exista igualdad y equidad en el deporte. Ese es el mensaje que ella y sus compañeras llevan a las canchas donde se presentan.
Andrea se siente orgullosa de sus raíces mexicanas, ya que sus padres son originarios del municipio de Valle de Santiago, y gracias al fútbol ha podido visitar periódicamente México y, en especial, Guanajuato.

Con esto, la joven futbolista ha tenido la oportunidad de conocer la cultura mexicana desde lo más profundo, que son los lazos familiares. Puntualizó: “A mí me gustan los tacos, la comida y la música del mariachi, en especial Por Amor de Mariachi Vargas y las Siete Luminarias de Valle de Santiago.”
Andrea tiene una numerosa familia en varios puntos de la República Mexicana: Tijuana, Tacámbaro, Valle de Santiago, Ciudad de México, entre otros lugares. Tal es el amor que le demuestran, que varios de sus tíos y tías han venido o vendrán a verla jugar en la gira que su equipo Primero de Mayo ha emprendido por varios puntos de Guanajuato.

