Por Redacción
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Pénjamo, Guanajuato
Autoridades de Protección Civil Municipal, estatal y Comisión Nacional del Agua realizaron nuevamente la supervisión y vigilancia permanente de las zonas consideradas de riesgo hidráulico, con motivo de la temporada de lluvias que azota al municipio.
En relación al tema se informó que la Presa de La Golondrina se encuentra en un 70 por ciento de su capacidad y bajo control y vigilancia de la Comisión Nacional del agua, mientras que en la zona de la comunidad de Trojes de Paul, existen campos inundados, generando daños a la agricultura y en lo general, se estiman unas 45 hectáreas afectadas.
Uno de los puntos de alerta fue la represa conocida como “El Negro”, San Ignacio o Infiernillo, con agua al 100% de su capacidad, con una cortina de mamposteo y en los costados, una escotadura de regulación, las cuales se encontraban con agujas, lo que impidió su regulación, vertiendo líquido a lo largo de la cortina.
Detectaron un derrame de líquido por un costado de la cortina, en terreno rústico, aunque la infraestructura no presenta ningún factor de riego, pero se determinó el retiro de las agujas, para el desfogue de seguridad.
Aguas abajo, en la comunidad de El Infiernillo, el arroyo se pierde y pasa por la comunidad en un canal al pie de las viviendas, lo que provocó desbordamiento por su poca capacidad de conducción hidráulica, afectando ocho viviendas, al subir el nivel de agua hasta un metro de altura, en algunos casos, generando daños materiales en muebles domésticos, material para construcción almacenado y algunas herramientas.
Adicionalmente, informó la Unidad de protección Civil, a cargo del Técnico en Urgencias, Carlos Fernando Suarez Cruz, existen socavones en banquetas, con riesgo de colapso, que requieren pronta atención.
Este día se continuó con el retiro de agujas de manera controlada y la colocación de costalera para proteger a las viviendas del lugar, con el apoyo del Delegado Municipal, al que se le entregaron 500 costales y material para su llenado, puesto a disposición de los vecinos que los soliciten.
En cuanto a la supervisión de la represa de La Gavilana, se detectaron vertederos obstruidos con material desprendido por falta de una adecuada compactación, lo que ocasionó que el agua rebasara y afectara zonas bajas.
Se procedió a la limpieza de los vertederos y el municipio habrá de realizar trabajos para la construcción de una escotadura más apropiada, de por lo menos un metro de profundidad, para el mejor control del desfogue y evitar que excedentes de agua afecten a la comunidad de la Gavilana, en donde se están colocando costaleras para el encausamiento del líquido hacia una alcantarilla y evitar daños a los habitantes del lugar.
También se tomaron medidas preventivas para evitar afectaciones en la escuela secundaria de la comunidad de Tacubaya, que ha sufrido encharcamientos en su patio, sin afectación alguna hasta el momento, en condiciones de continuar con sus clases de manera normal.
El Presidente Municipal, Jacobo Manríquez Romero señaló que continuará, de manera personal y acompañado de protección Civil y técnicos de la Comisión Nacional del Agua, realizando recorridos de supervisión por los puntos más vulnerables, a fin de dar solución inmediata a las señales de alerta que se detecten, para la protección de la población penjamense.