Como resultado de la intervención militar de Estados Unidos en Siria, hubo un efecto inmediato en los mercados mundiales, Asia arrancaba casi a la misma hora del ataque la sesión con caídas extendidas por todos los parqués. Después se estabilizaron al ver que la acción militar no iba a más.
El petróleo, el oro, el cambio internacional y las uniones de 10 años entre Estados Unidos y Alemania reaccionaron fuertemente al ataque.
El crudo Brent LCOc1 aumentó en 68 centavos de dólar, llegando a los US$ 55,57 por barril, después de llegar a un peak de US$ 56,08, el valor más alto desde el 7 de marzo, poco después de que el ataque con misiles fue anunciado.
A su vez, el crudo estadounidense West Texas Intermediate CLc1 aumentó en 70 centavos y alcanzó los US$ 52.40 por barril, con un alza anterior de US$ 52.94.
“Los mercados petroleros vuelven a estar en alza tras el retroceso de las semanas anteriores, y este flujo de noticias parece devolver los riesgos geopolíticos”, dijo Frank Klumpp, analista de petróleo de Landesbank Baden-Wuerttemberg.
El régimen de Bachar el Asad cuenta con el apoyo de Rusia y de Irán, dos grandes potencias productoras de crudo. Eso complica la acción militar y los actores del mercado ponen precio en este momento a que haya alguna represalia. Siria, por su parte, no es un país productor relevante de petróleo pero está muy cerca geográficamente del estrecho de Ormuz, por el que pasan los petroleros.
El oro, en estos casos de tensión política, suele convertirse en un puerto seguro para los inversores. Los futuros subieron un 1,2% en el Globex, hasta acercarse a los 1.270 dólares la onza. Estos movimientos, en cualquier caso, pueden ser más pronunciados si la situación se complica.
EE.UU deja claro que se trata de un único ataque que tiene como intención lanzar un mensaje rotundo al régimen sirio.