Un niño musulmán de diez años que vive con su familia en Accrington, Reino Unido, escribió durante la clase de lengua inglesa que vive en una “casa terrorista” (“terrorist house”) cuando en realidad quería escribir “casa adosada” (“terraced house”).
Su profesor no se dio cuenta de que se trataba de un simple error ortográfico y declaró el caso a la Policía, escribe el periódico ‘The Guardian’. Como resultado, el 7 de diciembre el niño fue interrogado por los policías sobre su posible conexión con el terrorismo, y su portátil fue revisado por los agentes.
El profesor actuó de acuerdo con la Ley Antiterrorista y de Seguridad, aprobada en 2015, que estipula la obligación de los profesores de informar a la Policía sobre cualquier actitud sospechosa.
La familia del niño ha exigido excusas a la escuela y a la Policía. Mientras tanto, Miqdaad Versi, del Consejo Musulmán de Gran Bretaña, comenta que tiene noticia de decenas de casos semejantes en todo el país.