Guanajuato, Gto. – A una semana de que las y los integrantes del Movimiento Colmena entregaran las instalaciones de la rectoría general de la Universidad de Guanajuato (UG), éstas no han sido aún ocupada por la máxima autoridad de la institución, Claudia Susana Gómez López, debido a las pintas y suciedad dejadas por las personas manifestantes.
El pasado 3 de octubre por la tarde, las y los integrantes del grupo entregaron un pliego petitorio a la rectora general Claudia Susana Gómez López, quien firmó el compromiso para resolver las demandas presentadas por los inconformes y estos entregaron las oficinas de la funcionaria, ubicadas en el edificio central de la UG.
Los jóvenes cubrieron sus cabezas con ropa y paliacates para no ser reconocidos, recibieron a la rectora general y otros funcionarios de la universidad para la entrega de las instalaciones que, a decir de los inconformes, fueron “tomadas prestadas”.
Hombres y mujeres se turnaron para leer un comunicado escrito en sus teléfonos celulares. “es estudiantes, alumnes” de la universidad, como se definieron, dijeron que durante su movimiento recibieron críticas diversas y enfrentaron hostigamiento y agresiones de parte de personal de la institución.
“Les compañeres”, como se autonombraron pidieron a la rectora general garantías de seguridad para sus integrantes una vez que entreguen la Rectoría y que no borrara los murales que pintaron en el edificio para que “quede testimonio” de su protesta.
Aunque la sala recepción lucía limpia y sin daños, no pasó lo mismo con el resto de las instalaciones. Los muros están plagados de pintas y hay olores a comida y desechos humanos en muebles y alfombras.
Además de la limpieza de los muros, el personal de mantenimiento debe despintar molduras y columnas de cantera, trabajo que requiere materiales especiales y se realiza con lentitud. También deben limpiar muebles y telas y, en su caso, cambiarlos.
Tras la firma del pliego, los integrantes de Movimiento Colmena se quitaron las capuchas, pues el acuerdo con la rectora general establece que no habrá repercusiones por su protesta.