Huanímaro, Gto.- Hipólito Martínez Chávez de 42 años, regreso a San Juan Grande en Huanímaro; no como lo hubieran esperado sus familiares, sino en un ataúd en el que deja, al llamado Sueño Americano. El hombre tenía 22 años de hacer vida en los Estados Unidos, aunque su anhelo siempre fue que lo enterraran en el lugar que nació.
Hace 22 años San Juan Grande se quedó sin uno de sus habitantes, porque había salido rumbo a los Estados Unidos con la única ilusión de mejorar sus condiciones de vida; en aquellos años su travesía la realizó de “mojado” para cruzar la frontera de México y llegar al país de los billetes verdes.
Polo como lo conocían sus amigos, logró cruzar y vivir de una manera muy diferente a como estaba acostumbrado en la comunidad, pues en Estados Unidos gozaba de algunas comodidades, de un sueldo digno que le podía dar la posibilidad de mantener a su familia.
En San Juan Grande, los servicios a la fecha no son suficientes, algunas calles están sin pavimentar, no hay drenaje en algunas casas y existe escases de empleo, aunque según los familiares del huanimarense “aquí se respira aire”.
El domingo pasado, Martínez Chávez, sufrió un paro respiratorio que le ocasiono un derrame cerebral que no logro superar después de estar haciendo todo lo imposible los médicos para salvarle su vida, pero no fue posible.
El último deseo del emigrante fue que quería regresar a México porque aunque tenía todo por haya, le faltaba tener aire, libertad, amigos y familiares con los que querría continuar disfrutando la vida que en un momento que termino.