Pilar pensó que se encontraba en la menopausia, pero estaba esperando a una niña

Ella tuvo a su hija menor a los 42 años, aunque al principio confundió los síntomas con la menopausia

Irapuato, Guanajuato

Pilar Herrera es madre de cuatro hijos adultos, pero contó que la experiencia de su último embarazo fue peculiar. Ella tuvo a su hija menor a los 42 años y en un principio los síntomas de su embarazo la llevaron a pensar que estaba entrando en la menopausia.

Ella había oído el testimonio de varias amigas y su madre respecto a la llegada de la menopausia, por lo que creyó que su fertilidad se había acabado. El agotamiento y los llamados bochornos fueron las primeras manifestaciones de su parecimiento; “no tenía ganas de nada y tampoco aguantaba el calor”, mencionó.

Pilar se dejó guiar por la premisa de que entre más pronto una mujer tiene su menstruación más pronto le llega la menopausia. La mujer contó que su primera regla fue a los 11 años y que por eso no se le hizo extraño que a sus 42 años dejara de sangrar.

Durante los primeros días no limpiaba su casa y le costaba mucho hacer de comer. Una de sus amigas le recomendó unas pastillas para que pudiera sobrellevar los síntomas, pero según ella “por una u otra cosa” nunca las compró. La irritabilidad también era frecuente y los mareos fueron aumentando, dijo que “eso era lo que más me hacía pensar que pues yo ya estaba del otro lado y que ya no me iban a dar cólicos nunca”.

Su marido tampoco creía posible que a esa edad quedara embarazada, hasta que, al pasar unos meses, él fue quien le advirtió de cambios en su físico. Al verse todos los días, estaba acostumbrada a sí misma y relató: “Yo ni me miraba panza ni nada, yo creo se me confundía con la mía de siempre”.

Después de que acudiera al médico y la prueba de embarazo saliera positiva, Pilar debió tener excesivo cuidado, ya que por su edad el doctor le advirtió que su bebé podía nacer con complicaciones. Ella tenía mucho miedo porque en todos sus embarazos anteriores había amenaza de aborto. Sin embargo, su hija nació sin riesgo aparente.

Ahora la pequeña tiene 9 años y es bastante cariñosa con Pilar, pues desde que aprendió a dibujar y escribir, la niña le hace cartitas o dibujos e incluso le ha llevado fruta picada y café hasta su habitación. “Pues la verdad yo no tenía ganas de otra niña porque decía ‘ay, es volver a empezar y yo ya estoy grande’, pero aquí está y no me arrepiento de nada”, mencionó la madre de la niña.

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Periódico Notus
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