Irapuato, Guanajuato
Que relajo de función, fue lo que se vivió en los andares del grupo “Pedal y Fibra” que deleitaron el oído, la vista y la simpatía de la actuación, afinación de desdén por hacer de la comedia algo distinto en un escenario.
El grupo ya no lucía como en años pasados en los que sus integrantes, gritaban y bailaban como si fueran quinceañeras, ahora fue una puesta en escena más relajada, pero muy bien planeada, sin contratiempos, sin pensar en el fracaso, sólo pensando en actuar para ayudar.
Desde Chelo Zuloaga, Tere Micheaud, Alejandra Leal, Marcela de Gil, Rosy Torres, Paulina Padilla, Marisa Borobia, Pilar de Reynoso, Mary Arenas o bien Ana Paulina Mosqueda, la artisteada del teatro fue fenomenal.
Había fallos en la voz que de repente se quebraba, algunos como Chelo y Pilar que su caminar era despacio, pero por el contrario cada palabra emitida, era de fuerza, de gran talento, de gran empuje, pues buscando un recoveco hacían sonreír a sus espectadores.
La obra del año 26, en la que el director, fue Roberto Rivero Barquín, hijo de un excelente director que al igual que Pedal y Fibra, ha comenzado a tener fibra y el pedal ha ido en la comparsa de un andar constante, pero más lento.
Entre el pedal y la fibra de un grupo