Irapuato, Guanajuato.
Para Aurelio Baltazar Acosta ser policía a veces significa perderse de momentos importantes con la familia como lo son el Día de Navidad o Año Nuevo pero su trabajo le ha dejado satisfacciones que no cambiaría.
“Sí vale la pena porque la satisfacción es propia cuando se ayuda a una persona que está en riesgo inminente de un acto delictivo, sí vale la pena dejar un momento por la sociedad”.
Tiene 23 años trabajando para la Dirección de Seguridad Pública, y durante este tiempo el asegura que su familia comprende su labor “y la necesidad de estar ausentes de ellos, pero yo creo que también nos comprenden de la evaluable labor que desarrollamos para con la sociedad”.
Esposo y padre de cinco hijos, dos de ellos menores de edad aún, comenta que en estas fechas “nos coordinamos con mi esposa y los más grandes de la familia para que de alguna forma estén al pendiente de los más pequeños ya si al siguiente día me tocara descansar estaríamos conviviendo con ellos”.
Probablemente Baltazar Acosta pasará trabajando el 24 y 25, así como el 31 de diciembre, “que son los días más fuertes”, de un horario de 7 de la mañana a 12 o 1 de la mañana, mientras que su familia estará disfrutando de los tradicionales ponches, tostadas o una carne asada, “después nos estaríamos reuniendo con la familia para disfrutar “.
Para él, ser policía representa “una responsabilidad muy grande el salvaguardar la integridad física de alguien o patrimonio de los ciudadanos, no es fácil tener la playera muy puesta para poder dar lo más para que la gente se sienta segura y tranquilidad”, dice.
SARA GARIBALDI / NOTUS
Twitter: @saritabu
