Los monos pueden hacer muchas cosas: comunicarse, fabricar herramientas, lanzar heces. Una cosa que no pueden hacer, según un juez de San Francisco, es reclamar derechos de autor por una fotografía.
En una inusual disputa por derechos de autor, un mono en peligro de extinción y el fotógrafo de la vida salvaje que se alejó de su cámara son el centro de un juicio federal presentado por PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales), el cual quiere que el macaco gane los derechos de autor de una selfie que él tomó con la cámara desatendida del fotógrafo.
En esta demanda que fue considerada la más ridícula de 2015 por la Cámara de Comercio para Reformas Legales, el juez del distrito William Orrick emitió un fallo provisional en el que dice que el macaco Naruto no puede reclamar derechos de autor por la selfie que tomó en 2011.
El fotógrafo David J. Slater estaba tomando fotografías de macacos crestados en Indonesia cuando dejó temporalmente su cámara en su tripie.
Por supuesto, los simios curiosos tomaron la cámara y se divirtieron con su nuevo juguete, oprimieron el botón y tomaron selfies comiquísimas, incluyendo la que ahora es famosa y que han apodado como “la selfie del mono” tomada por Naturo.