Irapuato, Guanajuato.- Desde hace muchos años, se cree que el museo de la ciudad de Irapuato, fue sede de la santa inquisición, lugar dónde la iglesia castigaba le herejía, Pero el investigador del museo de la ciudad Jesús Martínez Hidalgo, desmiente estos hechos.
Según la investigación realizada por el Jesús Martínez, la casa donde actualmente, esta edificado el museo de la ciudad, perteneció en un inicio, a José Leandro Barreto de Tabora, en el año de 1750.
“Es una leyenda urbana, incluso cuando yo llegué aquí a trabajar en los noventa venía con esa percepción, sin embargo, con el tiempo nos dimos a la tarea de indagar en el archivo histórico municipal y la casa en primer lugar es un inmueble catalogado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y también encontramos el nombre del propietario quien la manda construir que es el religioso José Leandro Barreto de Tabora, él fue capellán de la casa real, administraba algunas cofradías y otras obras, pero también administraba unas haciendas, él es quien compra el terreno que pertenecía a la cofradía de las animas allá por los años de 1750, se desconoce quién fue el arquitecto que diseñó este inmueble, pero el frente era por la calle 5 de febrero, pero en las modificaciones se cambió la calle de Allende”, dijo Jesús Martínez Hidalgo.
Fue a través del testamento de Barreto de Tabora, que se dio a conocer que él, nunca perteneció al santo oficio. Al igual, se descubrió que la leyenda de que el lugar fue usado para la santa inquisición apareció en el catálogo arquitectónico del municipio y en una tesis.
“A través de su testamento, manifiesta todos sus oficios y actividades y él nunca perteneció al tribunal del santo oficio, no ostentó algún cargo y con ello se aclara que no aquí no era la casa de la santa inquisición. En el catálogo arquitectónico de Irapuato y en una tesis es donde apareció eso de que aquí había pertenecido al tribunal del santo oficio, pero con la investigación y el trabajo se pudo saber la verdad de este lugar, no por ello deja de ser importante porque es una casa bien hecha y edificada que tiene ya más de 200 años y es uno de los mejores inmuebles edificados en la segunda mitad del siglo XVIII”, señaló el investigador del museo del municipio de Irapuato.
