La mononucleosis es un síndrome de origen infeccioso, tiene tres síntomas característicos: fiebre, crecimiento de ganglios e inflamación de la faringe y es de origen viral. Se le conoce como la “enfermedad del beso” porque se trasmite a través de la salivación y se presenta generalmente a edades tempranas y en adolescentes.
“Cuando se presenta en forma endémica, es decir, en grupos, por ejemplo en las escuelas, se da la mayoría de las veces en personas de bajos recursos y se trasmite a través del contacto por besos, saludos e intercambio de juguetes”, informó la doctora Guadalupe Gómez Rodríguez, coordinadora auxiliar médica en Investigación, de la delegación Guanajuato del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Agregó la especialista que la saliva de una persona infectada puede permanecer en esa condición hasta seis meses. Existen casos en menores de 10 años de edad que presentan crecimiento de hígado y vaso e incluso se obstruye la vía respiratoria en casos severos.
El correcto lavado de manos es importante para prevenir infecciones y en el caso de la mononucleosis no es la excepción, pero cuando ya se tiene el diagnóstico es importante dar besos y cuidar la higiene en general, así como guardar reposo. Se puede llegar al diagnóstico a través de una biometría hemática.
Recomendó evitar la automedicación para no disfrazar sintomatología y que el personal médico esté en posibilidad de identificar el padecimiento y otorgar tratamiento adecuado.