El sueño del Tricampeonato de la Selección Mexicana se desvaneció. Nigeria derrotó al Tri. Los africanos ganaron 3-0 la Final del Mundial de los Emiratos Árabes Unidos.
Apenas al minuto 9 un autogol de Aguirre puso en desventaja a la Selección Mexicana, y hacia ña segunda mitad Iheanacho el segundo para Nigeria minuto al 56 y Muhammed al minuto 81 para decretar el triunfo nigeriano.
Sin embargo, México no jugó mal, el Tri saltó al campo a atacar, a tratar de hacerle daño al rival y Nigeria le aceptó el reto y fue mejor.
Los nigerianos aprovecharon su gran fuello físico. Y defendían con nueve, cerrando cualquier centímetro de cancha a los mexicanos, y atacaban muy poco, las estadísticas así lo avalan, pero cuando se desataban, lo hacían hasta con siete hombres, copando a su rival y siendo letal. La ecuación llegadas al arco-gol, le da un altísimo porcentaje e efectividad a los campeones del mundo.
Ni los intentos de Iván Ochoa por derecha, el ir y venir dentro y fuera del área del Güero Díaz, el empuje de Govea y Rivas o los gritos de Wibas y Terán surtieron efecto. Todo fue estéril. Nigeria era un bloque inquebrantable y un león a la hora de atacar. Demasiado para un Tri que era mucho equipo, pero poco talento a la hora del desequilibrio individual.
En este México no había las grandes figuras, esas desequilibrantes que te resuelven el partido en una jugada. Y hoy hacían falta esos. Pero nada para lloriquear, porque igual de meritorio fue la apuesta por el juego de conjunto. No sirvió, Ni hablar. La actuación de El Potro y sus muchachos es brillante, nada menor a eso.