Irapuato, Guanajuato.- La señora Virginia Ponce Solís de 80 años de edad y oriunda de la comunidad “El conejo”, se levantó muy temprano la mañana de ayer para vacunarse contra el coronavirus con una sola motivación, el querer ver a sus nietos crecer.
“Mi esposo y yo nos venimos temprano a formar, mi cuñado nos trajo, la verdad ya nos espantamos porque se está muriendo mucha gente en el rancho y nosotros no queremos que nos pase lo mismo, me quiero vacunar para ver a mis nietecitos crecer”, externó.
Para la señora Virginia el vacunarse le causa un poco de miedo, pero mencionó que ella se encomienda a Dios y con eso se le va toda la preocupación, estrés y miedo.
“Aquí estoy formadita desde temprano con mi esposo, con mi suero y mi fruta para aguantar las filas largas”, dijo.
La señora Virginia padece de hipertensión y diabetes, por eso mismo externó que esperaba con ansias la vacuna.
Así como la señora Virginia, estaban formados cientos de adultos mayores con la misma intensión de poder ser vacunados contra el virus que ha terminado con muchas vidas en el mundo.
