Salamanca, Guanajuato.- Don Martín Zúñiga, de oficio “bolero de zapatos” dijo que espera que el próximo presidente que gobierne Salamanca les dé permiso de usar nuevamente el baño de la presidencia y tomar agua como antes les dejaban hacerlo, ya que algunos boleros como él, trabajan desde las 10 de la mañana hasta las 8 de la noche y es difícil para ellos dejar solo su lugar de trabajo en lo que batallan para encontrar un baño, ya que su negocio se queda solo y los delincuentes hacen de las suyas, por lo que dijo tener esperanza de que Salamanca sea nuevamente una ciudad segura.
“Mi trabajo como bolero me ha permitido hacer muchos amigos, conozco varios ex presidentes que son mis clientes, todos me saludan muy bien, menos Betty Hernández, esa señora nunca se ha parado aquí ni a saludarnos, nos prohibió la entrada a la presidencia, porque antes nos daban permiso de entrar al baño ahí, ahora tenemos prohibido el paso” dijo Martín Zúñiga, bolero de Salamanca.
Martín, lustra zapatos desde que tenía 12 años de edad, oficio de familia que le heredaron su abuelo y su padre, y que ahora uno de sus 3 hijos continúa con el trabajo de bolear calzado.
“Me encanta hacer mi trabajo por la convivencia que tengo con el cliente, este oficio me ha dejado muchos amigos, presidentes que salen y entran como Rogelio Gutiérrez, Agustín Marmolejo, Toño Arredondo, Justino Arriaga padre y Justino Arriaga hijo, quien fue el que nos dio las sillas y cajones para trabajar y tener una mejor imagen aquí en el centro, porque antes teníamos sillas de madera” comento.
Don Martín, dijo que lo que no le gusta de su trabajo, es que muchas de las personas que salen a pasear al centro de Salamanca, tiran basura cerca de su lugar y se molestan cuando él les dice que la depositen en los contenedores, además de la inseguridad que se vive actualmente en el municipio.
“Ya he sido víctima de robo 3 veces, en una ocasión me abrieron el cajón donde tengo guardado mi material de trabajo, y lo hacen por maldad porque a ellos de nada les sirve lo que tengo aquí, encontré un tiradero de brochas y pinturas, además se llevaron un par de zapatos que iba a entregar al siguiente día”.
El bolero comentó que afortunadamente, en Salamanca todavía hay gente buena como su cliente al que le robaron sus zapatos, pues dijo que él quería comprárselos en Copel para reponérselos pero el cliente no quiso, argumentando que le había tocado la de perder y no tenía que reponerle los zapatos.