Por: Gariel Piña.
Irapuato, Guanajuato.- María José, una migrante colombiana, se embarcó en una travesía en busca de mejores oportunidades para su familia en Estados Unidos. Originaria de un humilde pueblo en Colombia, tomó esta difícil decisión debido a las condiciones desfavorables en las que vivía junto a sus hijos, rodeada de agua.
El sueño americano representaba una esperanza para mejorar la calidad de vida de su familia. Sin embargo, este viaje implicó riesgos considerables para todos ellos. Las duras condiciones del trayecto incluyeron hambre, frío y fatiga. A pesar de la ausencia de apoyo familiar, María José tenía la esperanza de ayudar a su madre, quien no pudo unirse a ellos debido a su avanzada edad.
Como madre, su principal anhelo era poder proporcionarles a sus hijos un hogar propio con mejores condiciones de vida y la oportunidad de cumplir sus sueños. A lo largo del camino, María José y sus hijos se encontraron con obstáculos, especialmente al cruzar las fronteras, donde los colombianos enfrentaban mayores restricciones debido a las situaciones de su país.
La travesía más difícil fue a través de la selva, enfrentando situaciones extremas, peligros y, tristemente, presenciando la muerte de otros migrantes. Sin embargo, su fe en Dios les dio esperanza y fuerzas para seguir adelante.
Una vez en tierras mexicanas, se enfrentaron a la persecución de las autoridades migratorias, lo que puso en riesgo nuevamente sus vidas. Los niños sufrieron crisis nerviosas debido a las experiencias aterradoras y las historias que conocían de otros migrantes. A pesar de las dificultades, María José se mostró agradecida por la ayuda y la esperanza brindada por compatriotas y otras personas en medio de la oscuridad.
La perseverancia de María José se basa en el deseo de reunirse con su madre y construir una nueva vida para ella y sus hijos en suelo estadounidense.
Su historia refleja los desafíos que muchos migrantes enfrentan en la búsqueda de un futuro mejor. Aunque su camino ha sido arduo y lleno de adversidades, María José mantiene la esperanza de que, finalmente, alcanzará una vida más próspera para su familia en América.
