Irapuato, Guanajuato.
A María Elena le detectaron cáncer a los 13 años de edad, lo que la llevó a tomar probablemente la mejor decisión de su vida, vivir el resto sin una de sus piernas.
Han pasado casi 8 años desde que le detectaron cáncer, lo que provocó la amputación de su extremidad derecha.
Pocos días antes de que ella supiera que el cáncer ya estaba invadiendo una de sus piernas, su abuela quien se llamaba igual que ella, estaba en fase terminal de esa desgastante enfermedad que le arrebató la vida.
Unas semanas después, luego de que recibiera una patada en la rodilla al jugar futbol con sus compañeros, María Elena comenzó con molestias y el diagnóstico resultó ser cáncer.
Inmediatamente María Elena fue trasladada a León para comenzar a recibir sus quimioterapias y tratamiento adecuado, sin embargo por el comportamiento tan agresivo del cáncer tuvieron que amputarle su pierna.
Afortunadamente María Elena logró superar esa difícil prueba que la vida le puso a su corta edad, y aunque ya no tiene su pierna derecha ella vive de manera normal pero acompañada de dos muletas.
Se casó a los 18 años de edad cuando tenía unos meses de embarazo, ahora su hija Hania tiene 3 años y es su mayor motivo para salir adelante.
Sin duda el respaldo de sus padres como de su esposo ha sido inmenso, quienes la han apoyado hasta el día de hoy.
María Elena tiene intención de seguir con sus estudios los cuales tuvo que abandonar por dichas razones, mientras trabaja como capturista en una línea de transporte público los fines de semana y los demás días se dedica a ser ama de casa.
Para esta joven su batalla más grande hasta ahora ha sido contra el cáncer, “si me volviera a pasar sería un poquito menos pesado, porque por mi hija ya tengo por quien salir adelante, el apoyo de mi esposo , el haber pasado por el cáncer pues ya no sería tan desconocido para mí”.