Irapuato, Gto.- A través del protocolo más “solemne” que se pudiera dar, el alcalde Sixto Zetina Soto, tuvo que salir a decir que Alejandro Badia Gándara, Director de Servicios Municipales había “renunciado”. El funcionario, apenas el fin de semana que pasó, tuvo una fiesta en la que presuntamente se utilizaron recursos públicos y derivado de ellos ocasionó una ruptura entre los panistas que le acompañan a Sixto porque parecía que Badia mandaba más que el edil.
Al estilo de las palabras de los asesores que le dan “consejos” a Sixto Zetina cada vez que existe “una falla” en el funcionamiento de la administración, hoy viernes salió a dar la cara y decir que la salida de Badia no se debe a la presión ejercida por los regidores de la fracción panista.
El funcionario en una improvisada “charla”, dijo que Badía había renunciado al cargo y que no era parte de un quebranto en la administración, aludiendo que no había ningún tipo de fractura con su equipo de trabajo.
Sin embargo las situaciones de “pleitos” en evidentes acciones que contravienen a un buen gobierno, han venido a ocasionar bastantes problemas ya no sólo por los arrebates de Sixto Zetina, sino ahora de sus “empleados” que siguen por el mismo camino.
Alejandro Badia, aparte de que fue evidenciado al hacer uso de vehículos oficiales en una fiesta particular, también había sido acusado del maltrato y prepotencia en contra de una comerciante que levantó una denuncia en el expediente número 129/13-B abierto por la Subprocuraduría de Derechos Humanos región “B”, por un supuesto comportamiento que va en contra de la dignidad de ciudadano.
Jorge Luis Martínez Vaca, coordinador de la fracción del PRI comentó “es un llamado a que todos los servidores públicos hagamos bien nuestro trabajo, y una muestra de que nadie en la administración es intocable; tengo conocimiento a través de medios de que Alejandro Badía de manera personal presentó su renuncia a la dirección de servicios públicos municipales”.
Y recalcó que la salida del funcionario no responde a temas partidistas, ni demuestra debilidad al interior de la administración.