Irapuato, Guanajuato.- La tradición comercial corre en las venas de Lolita y Florencio, quienes llevan más de cuatro décadas vendiendo frutas y verduras en Pénjamo. Desde sus antepasados, la pasión por el comercio ha sido transmitida de generación en generación y, hoy en día, esta pareja de esposos mantiene vivo el legado familiar a través de su propio negocio.
María Dolores Pérez mejor conocida como “Lolita” a sus 59 años, recuerda sus inicios con dos charolas de frutas en un espacio pequeño y hoy en día, junto a Florencio tiene su puesto muy bien establecido.
“Vengo de una familia de comerciantes, mis abuelos y mi mamá comerciantes a mi esposo lo conocí también aquí, así que el comercio lo traigo en la sangre”, explicó Lolita.
Lolita, tiene una gran familia junto a su esposo Florencio y ambos les dieron vida a sus 5 hijos: Hugo Alberto, Anahí, Alejandra, Verónica y Paola, por los cuales han luchado constantemente para darles lo mejor.
“A mí me encanta el comercio y agradezco a Dios que me de salud para seguir trabajando, tenemos muchos clientes frecuentes los cuales yo aprecio mucho, hasta se han vuelto grandes amigos”, dijo Lolita.
La penjamense jamás se imaginó cumplir tantos años en el comercio haciendo equipo junto a su esposo. “Salimos adelante con esto y de aquí les dimos estudios a nuestros hijos, tengo doctores, enfermeras y mis dos niñas pequeñas estudian medicina y me siento tan orgullosa por todos sus logros”, dijo.
Lolita añadió que agradece a sus clientes su lealtad y cariño pues sin ellos no hubieran podido salir adelante, sobre todo a la gente de comunidades, quienes para ella son muy especiales.