León, Guanajuato.- Sin ceremonia de inauguración, los Pozos del Fraile, emblemático espacio urbano de la colonia Industrial, abrió sus espacios: una plazoleta, nuevas jardineras y los pozos con una baranda minimalista.
La obra inició en noviembre del año pasado y tuvo una inversión de 2.9 millones de pesos del recurso de Presupuesto Participativo para Centro Histórico. Personal de la Dirección de Obra Públicas rehabilitó este espacio, punto emblemático de León. Perdió su estética tradicional con rotondas de piedra y barandas de mármol, así como su arbolado, para ser convertido en una plancha de piso renovado, con algunas bancas para el esparcimiento.
Los Pozos del Fraile se ubican en un triángulo conformado por las calles Salamanca, Apaseo y Salida a San Juan, en la colonia Industrial.
Construidos a principio de siglo XX, son considerados un espacio histórico. Son estanques de agua surgidos de un manantial desde la época virreinal. La leyenda urbana cuenta que Juan de Cuenca y Virules, fraile dedicado a la caridad, fue atacado por chichimecas en los tiempos la colonización de los españoles en la Villa de León.
Los agresores arrancaron los ojos azules del cadáver y los echaron al piso. De ambos emergieron dos cuerpos de agua a los que la tradición popular llamó los Pozos del Fraile.
Son dos perforaciones con un diámetro de unos diez metros y una profundidad similar. En la década de 1930, tras la urbanización de terrenos que dieron lugar a las colonias Bellavista, Obrera e Industrial, en torno a los brotes fueron construidas dos rotondas, hechas con piedra y con las barandas de mármol.
Lo que fue inicialmente zona de paseo y de dotación de agua, con los años se convirtió en muladar debido a la basura arrojada a los pozos, además de ser usado para lavar los autos de un sitio de taxis, por lo que debieron ser cubiertos con malla ciclónica, debido al peligro que representaban.
Lo que fueran manantiales dejaron de hacer brotar agua desde finales del siglo pasado, por lo que el agua remanente se convirtió en fango y en un foco de infección. Para llenarlos de agua se usó un surtidor especial conectado a la red de agua de la ciudad.
La obra
Los Pozos del Fraile dejaron de tener un estilo arquitectónico inspirado en el art novó, a la manera de las casas más opulentas de la zona, construidas entre 1930 y 1950. Ahora tendrán un diseño modernista. Sus dos rotondas se mantienen, pero se les modificó para un diseño minimalista, con unas rejas de metal que impedirán arrojar al menos objetos grandes. Tampoco habrá acceso a los pozos.
El entorno del resto del triángulo de la plaza fue repavimentado y a principios de este mes de abril queden terminados y entraron en operación sin ceremonia inaugural alguna por ser época de veda electoral.
Por el momento siguen con agua fangosa y es foco de infección. En la información difundida por la presidencia municipal no especifican si será limpiada y renovada.